Qué joya tiene Lim y cómo pasa de ella

Es una pena. Cuesta entenderlo. Desespera. Peter Lim tiene una joya y la tiene encerrada en un cajón. Por suerte el Valencia es un verso libre, que camina hasta dónde puede y le deja su máximo accionista. Se mueve por su gente, su músculo social, su resquicio de grandeza. Mucho están haciendo Baraja y sus chavales, que compiten lo mejor que saben y se dejan todo en cada partido. Así lo hicieron contra el Barcelona, rascando un empate por orden, pundonor, con golazo de Guillamón y Mamadashvili mediante. Y con Mestalla, que nunca le falla.

Este Valencia está llamado a sufrir. Por cada punto. Hasta el final. Así lo quiere el de Singapur, que solo ve números en un mundo que se mueve por la pasión, por la ilusión, por la voluntad de querer llegar. Pero él no la tiene. Lim dejó de querer competir por lo que el Valencia debería y su único cometido es sobrevivir en Primera División. Lo dicho, una pena, porque este Valencia, con algo más, sería mucho. Tiene entrenador, jóvenes valerosos y masa social como pocos. Qué joya tiene Lim y cómo pasa de ella.

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