Nuevo dibujo, otro atasco

Todas las victorias del Madrid en este inicio de LaLiga tienen algo en común. La armonía defensiva ha estado por delante de la perspicacia en ataque. Xabi celebra la entrega de su equipo y, sabedor de que cada partido es un mundo, toca las teclas pertinentes para ajustarlo. Once a once, es una caja de sorpresas. El Madrid se desplegó con un sistema extraño, con Mbappé y Mastantuono por detrás de Gonzalo, dejando a Carvajal muy abierto en la derecha y con Carreras atento a la cobertura casi como un tercer central. Si a uno le da por elucubrar, no sería chocante que, más adelante, Bellingham juegue donde Mbappé, este como referencia ofensiva y se abra el debate entre Güler y el argentino. Aun así, al Madrid no se le vio especialmente lúcido. El atasco ofensivo persistió sin velocidad de balón, con demasiados futbolistas en pocos metros y un juego más que denso. A falta de química colectiva, hubo soluciones individuales.

Manolo González no se debería hacer demasiados reproches. El partido, a falta de haber inquietado más en ataque, estuvo cerca de lo que había diseñado. El Espanyol se guardó bien cerca de su área, no dejó correr al Madrid hasta que se vio en desventaja y su sumisión llegó solo por los misiles de Militao y Mbappé, con Dmitrovic como cooperador necesario. Es cierto que Roberto se movió bien, pero Puado y Dolan apenas dieron continuidad bajo las correcciones de Asencio, Militao y un sensacional Carreras. No es ninguna broma el rendimiento que está dando el lateral izquierdo blanco, seguramente por encima de las mejores previsiones. Es una gran noticia para un Madrid al que nadie tose por ahora y en el que Xabi, quitando Mbappé y algún otro, no se casa con casi nadie. Su apuesta por cambiar el dibujo ante el Espanyol parece tener que ver con acondicionar el regreso de Bellingham y asegurar el pulso entre Güler y Mastantuono, quién sabe si Brahim, en la posición que no tiene dueño. En una semana, el derbi será ya una prueba de fuego.

Mastantuono, por dentro

En la jugada del gol de Militao, se aprecia bien lo que pretendía Xabi con Carvajal abierto en la banda y el argentino en zonas interiores. Es una posición en la que también tiene cabida Güler.

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