No hay adversidad que pueda con este nuevo Atlético
Triunfo. El Atlético ganó a la heróica. Antes se solía emplear mucho ese término y se ajusta a la victoria del equipo madrileño en Vigo. Venció cuando peor lo estaba pasando, con el rival embotellando a los del Cholo, con Oblak en plan héroe.... Venció cuando el Atlético llevaba ya varios minutos con un jugador menor por expulsión de Savic y anotó el gol del triunfo Memphis Depay, el fichaje de invierno del conjunto de Simeone. Un gol de listo, de oportunista, de jugador que tiene hambre y ganas de pelear cada balón como si fuera el último de su carrera. El Atlético venció por fe, por intentarlo hasta el final. Fue una cuestión de fe, de querer. De ganar pese a Figueroa Vázquez y esa ‘mala suerte’ que le persigue cuando arbitra al equipo rojiblanco. No jugaron un mal encuentro los de Simeone que siguen agarrándose al cuarto puesto liguero. Esa determinación, ese apretar los dientes le dieron un triunfo balsámico, de esos que elevan la moral de la plantilla. Un triunfo por la mínima, sufriendo, sufriendo mucho, demasiado, un triunfo muy del Cholo... Vencer así satisface mucho a la hinchada del Atlético. El técnico argentino sigue con su buena racha ante el Celta y en Balaídos, un feudo siempre complicado, pero que se le da bien al conjunto del Cívitas Metropolitano. El Atlético parece que hace sencillo lo que para otros es muy difícil.
Equipo. Parece que Simeone está logrando de nuevo que el Atlético sea un equipo, donde todos miran por el bien de todos. João Félix decidió que lo mejor era marcharse, Carrasco también tuvo intención de irse, aunque finalmente se quedó, llegó Memphis, luego Doherty y la plantilla ha reaccionado ante la circunstancia de tener que pelear a tope para meterse en puestos de Champions. Memphis hizo su primer gol de rojiblanco y es un jugador que puede aportar mucho. Tiene gol y puede darle mucha agresividad al ataque rojiblanco. Pero, sobre todas las cosas, el Atlético vuelve a ser un EQUIPO, en mayúsculas.
Koke. El capitán del Atlético disputó su partido 402 con el equipo madrileño en el torneo liguero y superó a otro mito, Adelardo. Koke puede estar mejor o peor, pero es un ejemplo para todos. El internacional español tira del carro, apoya a sus compañeros e intenta siempre aportar su granito de arena. Son muchos partidos ligueros con el Atlético y los que le quedan... Koke sabe mejor que nadie lo que suponen esos tres puntos ante el Celta.
Oblak. El cancerbero rojiblanco recordó al de siempre, al de sus actuaciones decisivas. bajo el marco del Atlético. Oblak sostuvo al equipo cuando el Celta apretó y tuvo tres o cuatro intervenciones de gran mérito. También el portero necesitaba un partido así, un encuentro donde poner de manifiesto que sigue siendo uno de los mejores del mundo en su puesto. Con Oblak en ese estado de forma, el conjunto madrileño tiene mucho ganado.
Interpretación. Me río yo mucho de eso que dicen la interpretación del árbitro. Porque cuando hay una jugada de interpretación de un futbolista del Atlético con Figueroa Vázquez de por medio, ya sabemos cómo va a acabar la jugada. En este caso, con Savic en la ducha en un forcejeo con un rival. Savic mete el cuerpo, las manos, los brazos... como lo hace el futbolista del Celta. Pero el que acabó expulsado fue el defensa del Atlético. La interpretación no suele ser la misma cuando está, por ejemplo, Morata de por medio. Ya ha dado muestras de ello este nefasto colegiado. El Atlético se tuvo que sobreponer a quedarse con uno menos. Pero es el equipo que mejor reacciona ante las adversidades.
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