Ni Aspas, ni Ramos, ni Fabián ni Nacho
Hay cuatro buenos jugadores que lo tienen difícil para volver a la Selección. Y diría que imposible si no hubiera escrito esta columna. Lo digo porque es verosímil que Luis Enrique cambie de opinión para llevarme la contraria. Es sabido que al asturiano le divierte contradecir a la prensa. En todo caso, si así fuera, me alegraría mucho por los afectados, que son Sergio Ramos, Nacho, Iago Aspas y Fabián, por este orden. Pero esta vez, me temo que no va a ser así. Me juego corderos contra pajaritos.
Lo mollar es conocer las razones por las que Luis Enrique no llama, ni llamará, a Ramos, Aspas, Nacho y Fabián. Lo importante es que, en todos los casos, las razones deportivas priman sobre algún desencuentro que se da en cualquier vestuario. Que Fabián pusiera una mala cara tras una sustitución no le condenó. Tienen más culpa Soler o Ferran, que a Luis Enrique le gustan más. Lo mismo pasa con Nacho, que pudo no gustar en un partido contra Inglaterra. ¿Y qué? Su problema son más bien Azpilicueta y Eric. Lo mismo vale para Ramos (y alguna cosa más). Lo de Aspas, igual: le gustan más el Panda y Morata. Hay que asumir que es la Selección de Luis Enrique. Y que para gustos, los colores.
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