Nadie lo entiende, por eso es el Barça
Llegó el verano y nada se sabe, todavía, de las anunciadas e inminentes sanciones al Barça, comenzando por su expulsión fulminante de las competiciones europeas. “Aquí se dijo, aquí se contó”, que diría un clásico. O un romántico. A Ceferin no le temblará el pulso y la OTAN podría ordenar un bombardeo preventivo del Camp Nou en cualquier momento: no ha hecho falta. El templo culé, tal y como lo conocíamos, ya no existe. El Barça jugará la próxima Liga de Campeones como actual campeón de LaLiga. Y de la partida será Ilkay Gündogan, su flamante nuevo-viejo fichaje, por más que los agoreros hayan expresado sus dudas sobre si el club será capaz de cumplir las distintas normativas, e inscribirlo antes de que alcance la edad mínima de jubilación.
Ocurre que, a menudo, uno escribe en clave blaugrana y se terminan enfadando los hinchas del Real Madrid. O de España, en general. Creen, equivocadamente, que los dardos camuflados son para ellos y olvidan que el Barça es un club lo suficientemente grande y esquizofrénico para que varias de sus familias llevemos un tiempo queriendo aniquilarnos las unas a las otras. Esto, que por norma general se hace en sentido figurado, tuvo visos de realidad cuando un candidato a presidente se reunió con las facciones más violentas para hacerles promesas al oído. Pero, pelillos a la mar. El Barça sigue en pie, Laporta no ha colapsado, ni ha convertido el club en una S.A., y tampoco ha vendido a Gavi y Araújo para cuadrar no sé qué balances.
Cree usted que…?”, es un enunciado habitual en Barcelona que Madrid replica por entretenerse: complete la pregunta con algún planteamiento muy oscuro, casi negro. Cualquiera puede ver que la maquinaria para descabalgar a Laporta se ha puesto en marcha desde hace semanas y ni los seis títulos ligueros conseguidos esta temporada (cinco más uno, okey) parecen suficientes para insuflar esperanza en aquellos que han aceptado a Falange y/o a Skynet como animales de compañía. No se preocupen si no han entendido nada. Yo tampoco lo entiendo, nadie lo entiende. Por eso es el Barça.