Nadie ha echado a Sergio Ramos
Palo. Sergio Ramos ha sufrido más que disfrutado desde que llegó a París. Una de las semanas más duras sin duda ha sido esta. El comunicado en redes sociales confirmando su adiós a la Selección fue sincero, directo. También bien argumentado en cuanto a su posible aportación con 36 años a La Roja. Si lo hacen todavía Pepe (39), Modric (37) y Messi (35), por qué no él. Sergio se veía en la ola buena después de un partido brillante en la ida de la Champions ante el Bayern, lo que encendió una batería mediática que aún conserva. De nada ha servido.
Hueso. De la Fuente no lo quiere. O no lo necesita. Algunos pensaron que se trataba de un técnico bizcochón por su carácter afable y por su tour en los medios, lo que contrastaba claramente con el hermetismo de Luis Enrique. Todo lo contrario. Lo primero que ha hecho como seleccionador ha sido prescindir de una leyenda. No le faltan ni personalidad ni atrevimiento, y en su idea está moldear un equipo a su antojo. No hincará la rodilla ante nadie ni ante nada. Así le fue bien hasta ahora.
Relevo. Vendrán nuevos tiempos y habrá otros defensas. La apuesta por la regeneración invita a esto. Lógico. Coherente. De lo que puede estar tranquilo Sergio Ramos es que ninguno de los centrales que vino tras él le mejoró ni le mejora: Eric Garcia, Pau Torres, Guillamón, Laporte, Íñigo Martínez, Diego Llorente... No han sido ellos los que han echado a Ramos, precisamente. Han aportado lo justo.
Extraño. Guardiola no hizo cambios en el partido de Champions en Leipzig y sólo hizo dos —y en el minuto 89— en el de Premier ante el Forest. No se sabe muy bien a quién se dirige Pep con este inmovilismo: a sus titulares para que entiendan que son los responsables; a sus suplentes para que les quede claro que no confía en ellos (incluso con Foden y Julián Álvarez esperando), al club por no darle una plantilla más larga; o a la opinión pública ahora que el City está en el ojo del huracán por irregularidades financieras que tienen mosca al técnico. Algo raro se cuece por el Etihad.
Hoy descubrimos a… Pape Diallo (2004). Arrancó la Copa de África Sub-20 como continuación del Sudamericano de hace unos días, aunque con mucho menos nivel. Ocurre también que tres favoritas —la anfitriona Egipto, Senegal y Nigeria— comparten grupo, lo que descompensa el torneo. Destaca el mal papel de los egipcios y el bueno de Senegal, especialmente de su delantero Pape Diallo. En el segundo partido ya hizo un doblete. Acaba de ser fichado por el Metz procedente de la prestigiosa academia Generation Foot. Garantía absoluta.