Míchel, el ‘cholo’ del Girona
En julio de 2021, los caminos de Míchel y el Girona se cruzaron. Fue un amor a primera vista que con el paso de los partidos quedó fortalecido y con el ascenso a Primera se hizo eterno. Ahora está demostrando, tras las pruebas fallidas en Rayo y Huesca, que es un entrenador más que válido para Primera y que quizás lo que necesitaba era encontrar el proyecto idóneo. En el Girona tiene las llaves del club, la afición le idolatra y contagia a unos jugadores que van con él hasta el final. La confianza es ciega. Es, justo, lo que tiene Simeone en el Atlético. Por eso, este lunes, Míchel se pone frente al espejo. Ante un ‘cholo’ que es la envidia de los entrenadores por su largo camino en el Atlético. Lleva desde 2012 sin perder ni una pizca de crédito.
Míchel está labrando su futuro y es que “cuando estás en un sitio en el que piensas que es el tuyo has de quedarte”. Es su segundo año en un Girona que le quiere de por vida. Aunque tiene contrato hasta 2024, cuenta con una oferta sin fecha final. Porque este Girona es un equipo de autor. De Míchel. La afición se siente reconocida y orgullosa de un bloque que tras tres años de palos en Segunda ha logrado recuperar el aroma de Primera. Partidos como el de hoy son un regalo y la muestra de que los techos son de cristal. Simeone no deja de romper el suyo en el Atlético y Míchel quiere hacerlo en el Girona. Su sitio.