Marc Márquez es todo lo que necesita MotoGP
El nueve veces campeón ha lanzado un recordatorio de que el talento bruto sigue pesando más que cualquier dato telemétrico, por mucho que tenga en sus manos un arma letal.
Hay deportistas que no solo compiten. Algunos alteran el ecosistema de cualquier campeonato al que se asoman y Marc Márquez pertenece a esa categoría reservada a los que, con su mera presencia, obligan a todos a revisar ambiciones. Así lo ha puesto en relieve con una superioridad incómoda para el resto de la parrilla. Después de años donde su historia se escribió más en quirófanos que en trazadas perfectas, el nueve veces campeón regresa a un nivel que muchos daban por perdido. Pero si hay algo que ha demostrado siempre el campeón de MotoGP, es una capacidad insaciable para reconstruirse desde la adversidad. No se trata solo de velocidad, sino de una inteligencia competitiva que rara vez se entrena y que ha hecho valer tanto dentro como fuera del asfalto.
Su llegada a Ducati no fue solo un cambio de colores. Fue una declaración de intenciones a modo de aviso para quienes pensaron que su ciclo estaba cerrado. Y lo más importante, un recordatorio de que en MotoGP el talento bruto sigue pesando más que cualquier dato telemétrico, por mucho que tenga en sus manos un arma letal. Marc ha acabado con esa sensación de imprevisibilidad que azotaba al Mundial desde que empezó su calvario. Tras una larga travesía ahora vuelve a mandar con la confianza de quien está convencido de tener el control. Pocas veces una presencia ha sido tan necesaria para recordar porqué lo más importante de un deporte son sus ídolos. Muchas menos las que se han visto hazañas como la del #93.
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