Mal empieza el tríptico de alta montaña

El triunfo ante el Levante resultó balsámico. Pero esta era otra película, una cruda vuelta a la realidad. Cabe reprochar poco al Athletic, que peleó hasta donde pudo, pero como ante Arsenal o Barcelona, no le da para abatir a estos colosos. Mal empieza el tríptico de alta montaña, que continuará con el Atlético el sábado y el PSG, ya dentro de la Champions, el miércoles. Todo en Bilbao.

Pero este no es el grupo que maravilló el curso pasado, porque casi la mitad estaba en la grada por lesiones o sanciones, Nico anda renqueante, Galarreta no tiene buenas sensaciones y Yuri reposó en el banquillo para protegerle. El Madrid se puso serio, presionó muy bien tras pérdida y fue el amo. Demasiados desajustes en el rival. Valverde optó por un trivote para hacer frente a ese muro de cemento de Xabi Alonso en la medular. Pero no funcionó. El Madrid hizo el campo muy ancho.

San Mamés un día de la pasada campaña vivió la agonía de Mbappé y éste se sacó la espina de la mejor manera. Con el 0-1, cuando el Athletic empezaba a apretar en busca del empate, llegó el mazazo de Camavinga y luego, el remate del genio francés. De la nada, gol y 0-3. La zona de contención rojiblanca fue blanda. Es una delicia ver a Mbappé. Si lo saca del campo después de Vinicus, al que le reservaba la grada otra pitada, estoy seguro de que La Catedral hubiera ovacionado a Kylian. Gracias por existir, tío, y estar en nuestra Liga. Nada más, señoría.

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