Los Rolling Stones 1 - Los Beatles 2
El ADN del Madrid.- El Clásico resultaba tedioso, con un sol insoportable e indigno de un partido de tanta alcurnia (me recordó a las dos tenebrosas ligas perdidas en Tenerife ‘de aquella manera’), con un Madrid aletargado emocional y futbolísticamente, con un Barça discreto pero que supo aprovechar el regalito que fabricaron entre Tchouameni y Alaba, agradecido personalmente por Gundogan. Vinicius no estaba, Rodrygo desasistido, Bellingham encapsulado por la fogosidad de Gavi, la medular perdida y sin control del juego... Al descanso, ni un tiro a puerta, ni un córner a favor. No parecía un Clásico. Pero la gente olvida muy rápido de lo que es capaz el equipo de Ancelotti cuando toca remar río arriba. Remontar es su verbo favorito y ya he perdido la cuenta de las veces que esta temporada han volteado un marcador adverso inicial. Nunca des por muerto a los chicos de la camiseta blanca, nunca creas que la batalla está perdida, nunca dudes de que el león de colmillo blanco siempre vuelve cuando más falta hace. Jugar en el Madrid te obliga a saber superar ese tipo de situaciones que a cualquier otro equipo lo hubiese devorado sin piedad. ¿Que el Barça de Xavi había ganado todos los partidos jugados en Montjuïc hasta la fecha? Pues llega el Madrid y te destroza la estadística en dos plumazos. No busquen explicaciones futbolísticas o de pizarra. El Barça puede ser mejor casi 70 minutos, pero en los 25 restantes al Madrid le sobra para pasarte por encima. El mundo admira al Real Madrid por encima de todos los grandes del fútbol porque ese ADN sólo lo posee el equipo de las 14 Copas de Europa y las 35 Ligas.
Jude es ‘El Elegido’.- El Clásico venía marcado por la presencia de los Rolling Stones en el palco y esas ganas de los culés por terminar cantando el legendario ‘Satisfaction’. Olvidaban esos intrépidos críticos musicales que nosotros teníamos a Jude Bellingham, una leyenda de 20 años que tiene canción propia en todos los campos por los que va con el famoso ‘Hey Jude’. Una canción que le escribió Paul McCartney dedicada a la hija de John Lennon. Para el inglés era un Clásico paralelo y supo estar a la altura. Irrumpió dos veces como sólo lo pueden hacer los Apolos del fútbol. Un latigazo desde la frontal a la escuadra de la guarida de Ter Stegen y 1-2 para la gloria en el descuento en esa posición de falso 9 que rentabiliza como si fuese Cristiano. Le hizo porra a Ter Stegen y puso al madridismo de todo el planeta en pie volviendo a cantar el ‘Hey Jude’ con sus brazos abiertos como el Corcovado de Río. El Barça acabó arrojando la toalla y con la lengua fuera, esa lengua de los Rolling con la que han dado la brasa toda la semana. También ganamos el Clásico musical. The Rolling Stones 1 The Beatles 2. ¡Qué gozada, amigos!
Modric 500.- El genio croata saltó al verde de Montjuïc en el minuto 63, junto al potro desbocado Camavinga, y en media hora dio una master class de cómo se debe jugar bien al fútbol. Luka es inmortal y se merece ser titular en estos partidos de high nivel. Bajo su batuta de Von Karajan el Madrid empezó a carburar y a someter a un Barça atrincherado para defender su pobre 1-0. Modric, de hecho, fue el asistente afortunado en el 1-2, hasta en eso es bueno. Luka, te mereces todo lo bueno que te pase. Vaya crack.
Vikingos de Cataluña.- Me alegro especialmente por los que estuvieron en Montjuïc y por los repartidos por toda Cataluña. Sois muy grandes. Hala Madrid.
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