Opinión

Los milagros de la Davis

El equipo español se está especializando últimamente en remontadas sin sus mejores raquetas. Ya lo hizo en septiembre en Marbella frente a Dinamarca. Y repitió este jueves ante la República Checa.

TIZIANA FABI
Subdirector de polideportivo. Ha desarrollado toda su carrera en AS desde 1991. Cubrió dos Juegos Olímpicos, siete Mundiales de ciclismo y uno de esquí, 12 veces el Tour y la Vuelta, seis el Giro… En 2007 fue nombrado jefe de Más Deporte, puesto que ocupó hasta 2017, cuando ascendió a subdirector en las áreas de Motor, Baloncesto y Más Deporte.
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En el mundo del deporte, los milagros no existen. Detrás siempre hay trabajo. Preparación. Estrategia. Táctica. Confianza. Pundonor. Nada se deja al azar, aunque el azar también se tome sus dosis de protagonismo. En el lenguaje hiperbólico que se utiliza en el deporte de competición, la palabra ‘milagro’ se asigna generalmente a las grandes sorpresas, a los resultados contra pronóstico. El equipo español de Copa Davis se está especializando últimamente en ellos a golpe de gestas. Ya lo hizo en septiembre en Marbella en la segunda ronda clasificatoria, aquella que dio el billete para la fase final de Bolonia, con una remontada heroica frente a Dinamarca, que arrancó el pulso con un 0-2. Los milagros, además, suelen tener héroes inesperados. En aquella ocasión fue Pedro Martínez.

Algo parecido ocurrió este jueves frente a la República Checa, aunque esta vez con una actuación más coral. Jaume Munar, en el segundo individual, y el propio Martínez junto a Marcel Granollers, en el dobles definitivo, dieron la vuelta a la derrota inicial de Pablo Carreño. Siempre con David Ferrer en la capitanía. La circunstancia que aporta una mayor carga de épica a los dos casos es que se han logrado sin las dos principales raquetas españolas: Carlos Alcaraz y Alejandro Davidovich. En especial, sin Alcaraz. Un número uno aporta un plus. Obvio.

El problema de los milagros es que son difíciles de repetir, pero como ya hemos dicho que detrás de los milagros siempre hay más cosas, y una de ellas, muy relevante, es la fuerza del grupo, hay motivos para creer. Chequia era un reto complicadísimo. Como dato aclarador, basta con señalar que los tres principales jugadores checos, Lehecka (17º), Mensik (19º) y Machac (32º), partían con mejor ranking ATP que todos los españoles, cuyo mejor clasificado es Munar (36º). El espíritu de la Davis también gana partidos. Y hace milagros.

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