Las remontadas de Márquez

Marc Márquez enlaza cinco podios consecutivos en el Mundial de MotoGP, dos en carreras esprint y tres en la dominical. No hay ningún piloto de la parrilla que pueda presumir actualmente de esa racha. Solo Jorge Martín, en el arranque del Campeonato, logró la misma tanda, si bien con dos victorias. Márquez todavía no ha ganado sobre una Ducati, pero sus prestaciones anuncian que no tardará en hacerlo. Hasta que eso llegue, se agarra a una engañosa regularidad. Y también a las remontadas. El pasado fin de semana, en Montmeló, avanzó desde la 14ª posición a la segunda y la tercera. En el anterior gran premio, en Le Mans, progresó de la 13ª plaza a la segunda en las dos carreras. Las remontadas son una delicia para el espectáculo, mucho más en este moderno MotoGP donde ya no se adelanta como antaño, pero también suponen un arma de doble filo para Marc. Por un lado, reconfirma la calidad del ocho veces campeón del Mundo. “Estoy demostrando que no se me ha olvidado ir en moto”, dijo en una reciente entrevista en AS. Pero, por otra parte, significa asumir riesgos que algún día pueden salir mal. La verdadera remontada de Márquez ha sido salir del túnel donde entró tras su caída en Jerez en 2020, que encadenó con otras lesiones y con la hecatombe de la escudería Honda.

El español vuelve a divertirse sobre una moto en el equipo Gresini, pero no le llega para luchar con los dos dominadores: el campeón, Francesco Bagnaia, y el líder, Jorge Martín. El título no es imposible, está a 41 puntos de la cabeza, pero el séxtuple campeón de la máxima categoría es realista con la situación. Por eso, Marc demanda la mejor montura de Ducati para el próximo año. A ser posible, en el equipo oficial. Aunque entre líneas se deduce que podría aceptar seguir en un satélite con la última evolución. Después de Mugello, habrá una decisión. Mientras tanto, remonta.

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