La última de Kipchoge

La Maratón de Nueva York, quizá la más prestigiosa del mundo, acogerá este domingo el adiós a la distancia de Eliud Kipchoge, quizá el mejor fondista de la historia del atletismo. Será un debut y una despedida. A pesar de su excelso palmarés y de su veteranía, el keniano nunca había corrido en la Gran Manzana, cuyas fechas otoñales aparecían un poco tarde en su planificación habitual. Nueva York es la última de las Seven Majors, las siete maratones más prestigiosas del calendario, que faltaba en las piernas de Kipchoge. Y no quiere dejar esta asignatura pendiente antes de cerrar su periplo de maratoniano. No ha dicho con rotundidad que vaya a ser su última maratón, pero sí será la última “en una gran ciudad”.

A partir de ahora quiere dedicarse a otros desafíos extremos, ha citado aventuras en la Antártida y en Arabia Saudí, siempre en su búsqueda permanente de exprimir los límites humanos. Como hizo aquel histórico 12 de octubre de 2019 en el Prater de Viena, cuando bajó por primera vez en la historia de dos horas en los 42,195 kilómetros. Aquella plusmarca no es oficial, no pudo ser homologada, pero la gesta ha quedado grabada en la memoria. Igual que sus dos oros olímpicos o sus dos récords del mundo. Eliud acumula once victorias en estas Grandes Maratones: cinco en Berlín, cuatro en Londres, una en Tokio y una en Chicago. Solo se le han resistido Boston y Sídney. Hoy sabremos si también Nueva York. Con sus precedentes cercanos, y a punto de cumplir los 41 años, no resulta previsible que adorne su palmarés con un nuevo triunfo, pero el africano mantiene intacto su carácter competitivo y ha expresado su intención de luchar por el podio. Sería un gran broche para su carrera maratoniana, sin duda, aunque tampoco lo necesita. Eliud Kipchoge ya es una leyenda del deporte. Por siempre.

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