La refrescante Liga U

Este viernes arranca la Liga U, uno de los proyectos más refrescantes e ilusionantes del baloncesto en los últimos tiempos. Ojalá llegue a tiempo también para ser útil. Se trata de una liga masculina de categoría sub-22, organizada de la mano por la ACB y la FEB, con el soporte del CSD. Allanar el camino de los jóvenes hacia el profesionalismo se ha convertido casi en una cuestión de Estado, después de los últimos movimientos de la canasta, en especial el éxodo a la NCAA, con más de una treintena de españoles para el próximo curso, que se ha unido a un mal enquistado en las competiciones domésticas, la dificultad para obtener minutos en la élite española. Si a eso añadimos la última debacle de la Selección, en plena transición hacia un destino aún indefinido, presentar una alternativa para los nuevos valores era una necesidad prioritaria. La iniciativa, además, viene acompañada de la U de Universidad, porque permitirá compatibilizar el deporte con la formación.

A Estados Unidos se han marchado muchos de los mejores: Saint-Supéry, Miller, Mara, Del Pino, Folgueiras, Plateeuw, Conrad, Villar, Rodríguez, Marí, Domínguez… Todos en busca de un hueco en la NBA, donde esta temporada se estrenarán otras dos figuras emergentes, Hugo González y Eli Ndiaye. Ellos ya han elegido el sueño americano, pero en España quedan otros muchos soñadores, un centenar de jugadores que podrán competir cada semana en este nuevo campeonato, en los filiales de 15 equipos ACB, independientemente de los minutos que puedan gozar después en la primera plantilla. Los dos equipos son complementarios, no excluyentes. Esta Liga supondrá un buen plató para la exhibición de las nuevas perlas, un escenario para acumular rodaje… Y un espectáculo en sí mismo.

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