La hora de cambiar el paso para Ilaix Moriba
El nuevo despertar
Con solo 21 años que tiene ahora, era muy pronto para dar por enterrada la proyección de Ilaix Moriba. Se marchó mal del Barcelona y peor le fue en el RB Leipzig y en el Valencia, donde no hubo ni rastro del futbolista que asombró con Koeman. La decisión de no renovar el contrato con el club blaugrana, cansado de hacer excepciones en torno a su figura, invirtió su carrera y le confundió por completo. De ahí que este verano se enfrentara a una elección trascendental, y esta vez no se ha equivocado. Su apuesta por el Celta, recíproca por la parte de Claudio Giráldez, le ha devuelto al lugar correcto. Sin más pretensiones que la de recuperar su condición futbolística, Ilaix se ha convertido en el motor del centro del campo vigués por su capacidad creativa y destructiva. En los últimos seis partidos, ha provisto hasta nueve ocasiones de gol a sus compañeros, además de dar una asistencia. Y se ha impuesto en 44 duelos. Son cifras que abundan en la rehabilitación de Ilaix, que contra la Real Sociedad gobernó la medular desde el perfil izquierdo. Estuvo sensacional, cubrió campo y abrió líneas de pase que solo una cabeza de su talento puede descubrir. El Celta tiene una opción de compra cuando acabe la temporada, pero pase lo que pase la estancia en Balaídos debe servir a Ilaix para entender que las prisas no suelen ser buenas compañeras ni en el campo ni para la nómina.
Presencia y puntos
Otro futbolista que caminaba con el pie torcido era Cyle Larin (28 años). Con Javier Aguirre nunca estuvo cómodo del todo, pero la llegada de Jagoba Arrasate al Mallorca ha incentivado su despegue en todas las facetas. Venía de marcar contra el Girona y en el Coliseum se comió al Getafe con su quinto gol de la temporada. Nada se puede criticar de su desempeño hasta esta fecha. A Berrocal le desbordó una y otra vez en los duelos y se destacó por todo el frente de ataque con su movilidad, trabajo y presencia. Las cinco faltas que provocó, penalti incluido que él mismo transformó, dan cuenta de su incidencia. Lógicamente, todavía brotan algunos defectos en su juego. Por ejemplo, ha de cuidar no caer tanto en fuera de juego, con 16 este curso, solo por detrás de Mbappé (25). Pero estos lunares subsanables no empañan su ascendente evolución. Las botas de Larin han facturado siete puntos de forma directa para el Mallorca.
La corrección goleadora
Que el primer hat-trick del curso de un jugador francés no sea de Mbappé seguro que sorprende. Thierno Barry (22 años) se le ha adelantado en ese honor con su triplete en Butarque en un partido afeado por la dureza extrema e inexplicable del Leganés. Ganó el Villarreal, que lo necesitaba, con su delantero como referencia. Barry se desquitó a lo bestia de cierto mal fario en la definición. Antes de esta jornada, sumaba cuatro tantos, pero aun así era el punta que peor ratio de goles y goles esperados —indicador que asigna una probabilidad de que una ocasión sea gol en función de la jugada— presentaba, con un balance negativo de -2,7. Es otro jugador joven y, por tanto, hay que tratarle con paciencia. Su altura, dinamismo y oportunismo en el remate condicionan a las defensas rivales. No se ha venido abajo nunca y bien haría en seguir por esa senda de intentarlo una y otra vez. Es un tesoro para el Villarreal.