La alargada sombra de García Plaza

Coudet tiene decidido no seguir en Vitoria. No es oficial, pero su idea es obtener la permanencia cuanto antes y hacer las maletas rumbo a otro destino. Llegó en diciembre, fue convencido por el director deportivo, Sergio Fernández; voló a Vitoria; fue presentado; viajó al día siguiente a Cartagena; y fue testigo de la eliminación del conjunto albiazul en la Copa del Rey ante la humilde Deportiva Minera.

El Alavés lucha desde entonces por la permanencia con un Eduardo Coudet que no ha acabado de cuajar con la afición de Mendizorroza. Cada vez que suena su nombre por megafonía antes de los partidos, se escuchan algunos gritos. Después de ciertas derrotas, incluso la grada ha cantado aquello de ía, ía... Luis García. Se echa de menos a García Plaza, autor del último ascenso a Primera con el gol de penalti de Villalibre en el campo del Levante.

Pero el Chacho es una magnífica persona y un gran entrenador. Los números que está firmando son mejores que los de su antecesor. A veces se le nota triste y resignado pero siempre adopta un tono cordial con los periodistas. Sonríe, hace bromas y responde con mucha educación a las preguntas de las previas y de los finales de los compromisos. Se dirige a los profesionales por su nombre y su educación es exquisita.

Y seguro que maneja ofertas de otros clubes por lo que hará las maletas en el mes de junio, pase lo que pase. Ha tenido que aguantar la alargada sombra de García Plaza y tratará de dejar al equipo en Primera. Aún se tiene que recibir al Atlético de Madrid, el Valencia y Osasuna en Mendizorroza mientras que los desplazamientos serán a Bilbao y a Valladolid. Este último equipo está ya descendido y sin opciones. No es oficial la salida, como sí ocurrió con el caso de Imanol en San Sebastián, pero todo apunta a esa realidad futura.

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