Opinión

Juanito, diles algo

Claro que Juanito alguna vez perdió en la caldera de Vallecas, pero también le vi muchas veces rebelarse y sacar aquí partidos adelante con ese carácter indomable que tenía.

JAVIER GANDUL
Nació en Villarrubia de los Ojos en 1965. Subdirector de AS, colaborador del Carrusel y El Larguero y tertuliano de El Chiringuito. Cubrió los Juegos de Barcelona 92 y Atlanta 96, y los Mundiales de Italia 90, EE UU 94 y Francia 98. Autor de cuatro libros: Quinta del Buitre, El Gran Partido, Hala Madrid y Eso no estaba en mi libro del Real Madrid.
Actualizado a

Triste cumpleaños.- El 10 de noviembre de 1954 vino a este mundo en Fuengirola un niño rebelde e inquieto llamado Juan Gómez. Mañana hubiese cumplido 71 años. Era un chaval que tenía duende, genio, ingenio, osadía, talento, orgullo y un gen competitivo que le iba a llevar en el futuro a ser un emblema de lo que significa defender el escudo con pasión como si le fuese la vida en ello. Claro que Juanito alguna vez perdió en la caldera de Vallecas, pero también le vi muchas veces rebelarse y sacar aquí partidos adelante con ese carácter indomable que tenía. En esas conquistas le acompañó Pirri, ese gladiador imperial por el que me hice del Madrid cuando era un niño. Pirri estaba en el Palco como Presidente de Honor. Imagino cómo se habrá sentido por dentro. Rabia e impotencia. El Madrid debe ser mucho más. Si Juanito hubiese podido entrar en el vestuario tras el encuentro, seguro que les hubiese recordado varias cosas. Entre ellas, que hay millones de jóvenes que juegan al fútbol y su sueño máximo es entrar algún día en la escuela de élite del Bernabéu. Les habría dicho: “Tíos, espabilad, que somos el Madrid. Jamás se puede empatar como si esto fuese un trabajo funcionarial. ¡Disfrutar del privilegio que tenéis!”. Llamarme demagogo o populista, pero esta imagen de un Madrid frío, previsible, robotizado y sin alma me tiene harto a mí y a millones de madridistas por todo el mundo. Queremos un equipo valiente, divertido, que disfrute jugando al fútbol aún a riesgo de poder perder. Lo peor es ser un Madrid aburrido, espeso, trotón y que ya ni siquiera toca a rebato. Al parón con bajonazo indisimulado. Me da igual que vayamos líderes en solitario. No me consuela. El Madrid debe ser Disneylandia, no una película de culto...

Sin pólvora.- Algo falla si teniendo a dos de los tres mejores delanteros del mundo (Mbappé y Vinicius) el ejército de Xabi Alonso no es capaz de meter un solo gol en las dos últimas citas: Anfield y Vallecas. Sólo Güler se rebeló un par de veces y algo Vini en el primer tiempo. Pero llegamos con cuentagotas ante un Rayo combativo que el jueves por la noche estaba remontando en la Conference dejándose el alma. Pues no les noté cansados en ningún momento. O sea, COMPITEN.

Bien, Asencio.- Algo bueno a lo que agarrarme. El regreso de Raúl Asencio a la titularidad dio a la zaga contundencia, rigurosidad y fiabilidad. Courtois sólo tuvo que hacer una parada en todo el partido, entre otras cosas porque el canterano estuvo enorme en los duelos y cerró los pasillos hacia su área. Ojalá su regreso a la titularidad no sea una excepción. Asencio es de los que siempre suma.

Dos penaltis.- Jugar mal no debería llevar al VAR a hacer una dejación de funciones y olvidarse de llamar al árbitro para que señalase dos penaltis tan grandes como la barriada de Vallecas. En el primer tiempo, uno clamoroso a Bellingham y en la segunda otro a Mbappé. Figueroa Vázquez debía estar en ambos casos en la máquina de los refrescos y no los vio. Recuerdo que en este estadio el Barça salvó un punto inmerecido por un penalti inexistente a Lamine que se pitó sin que el VAR pudiese corregirlo al estar averiado. Vaya, vaya, vaya...

Honor por Laurie.- Si antes me acordaba de Juanito y de su añorado carisma, es bueno aplaudir a Rayo y Real Madrid por el homenaje realizado a Cunningham, fallecido en 1989. El británico fue un jugador estéticamente inmejorable. Él nos trajo el golpeo con el exterior, que luego ha universalizado nuestro Luka Modric, y tiene el ‘título’ de ser el único futbolista de la historia del Real Madrid ovacionado por todo el Camp Nou tras una exhibición prodigiosa (en 1980). Laurie, no te olvidamos.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí

Etiquetado en:

Te recomendamos en Opinión

Lo más visto

Más noticias