Homenaje a Maradona

En su honor.- Este estadio emblemático, con una figura eterna que ocupa todas las paredes de la ciudad y con un pueblo entero entregado al amor por su Nápoles, acabó rendido y entregado al equipo que forjó desde 1956 la leyenda de esta bendita competición. Da igual que lo llamen Copa de Europa o Champions League. El Real Madrid siempre ilustra, ejemplariza, expone, impone, propone, argumenta y deleita. Un equipo que se sobrepone a todos los contratiempos, a ese gol tempranero que siempre nos cae como si ya fuese parte del paisaje, a penaltis fantasiosos del nuevo Reglamento que jamás se pitarían en el fútbol puro de toda la vida, a miles de napolitanos rugiendo como leones enjaulados tras el 2-2... Llega el Halcón, se inventa un tomahawk imperial y te gana el partido para deleite de un madridismo que sigue soñando con este proyecto sin límites. Nada altera al Madrid del maestro Ancelotti, que sigue aliado con la grandeza en su desempeño. Tres goles en Girona y otros tres en Nápoles. Dos plazas muy complicadas resueltas con matrícula de honor.

Maradona.- El coqueto y emblemático estadio de los napolitanos lleva ahora el nombre del futbolista que más me ha impactado en mis 58 años de existencia, más allá de los que han defendido la sagrada camiseta del Real Madrid. Maradona ha sido el mejor jugador que han visto mis ojos. Si le llega a pillar esta época, con los terrenos de juego como alfombras (una vez vi ‘al Diego’ deslumbrar en el viejo Atocha con una cuarta de barro), las teles evitando ahora que pudieran darle ninguna patada alevosa y con el marketing funcionando a tope, sin duda habría ganado cinco Balones de Oro seguidos y sería el futbolista más admirado del planeta. Por eso me gusta Nápoles, una ciudad que le venera hasta llegar a la idolatría, como me confiesa mi amigo Mirko Calemme, azzurro de pro. Por eso, Bellingham y Vinicius sacaron el tarro de sus esencias futbolísticas con varias obras de arte, quizás contagiados por la atmósfera en la que se respira la figura del eterno 10 argentino. Vaya golazos.

El ‘Judesistema’.- Cuando las cosas se complican aparece la figura gigantesca del inglés. Su recuperación de balón, seguida de la asistencia a Vini y la finalización excelsa del brasileño, supuso una declaración de intenciones. Mucho talento en esa jugada. Pero Bellingham, insaciable, reservó su particular homenaje a Maradona con una jugada primorosa para poner el 1-2, sorteando rivales como si fuesen figuras de un futbolín atadas a la barra de hierro. Sin duda, Jude es el mejor fichaje efectuado este año por cualquier equipo del mundo. Los 103 millones de más baratos de la historia moderna...

Grande Modric.- Me apenó ver de nuevo a Luka de inicio en el banquillo. Pero su media hora final me reencontró con su magia y su arte con botas. Puso el temple al partido tras el 2-2 y fue el Comandante en Jefe de la victoria final. Grande Luka!!

Va por ellos. Los 900 valientes que desafiaron el coste del viaje y el respeto que imponen 54.000 napolitanos rugiendo desde la grada del Diego Armando Maradona disfrutaron con el partidazo de su Madrid. Me lo recuerdan César y Elena, los corazones activos de la Peña Alfonso. Y Capri y sus ‘Reales de Hellín’, que viajaron hacia la cuna de Fabio Cannavaro, Balón de Oro blanco en 2006. Él, como Luka, engrandecieron al Real Madrid con el Gold Ball. Siempre les estaré agradecido.

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