¡Hello, soy Bellingham!

El buen inglés.- El estreno oficial de Bellingham en España fue primoroso. No solo por su gol, que me recordó al del debut de Ronaldo Nazario en un Madrid-Alavés, con un remate que botó en el césped antes de entrar por la escuadra. Jude fue líder, tuvo omnipresencia en la Catedral, ayudó arriba en la última jugada, participó junto a Camavinga y Tchouameni en la conducción, robó, ayudó en defensa en los balones aéreos, hizo segadas intimidatorias muy del estilo británico y celebró su gol brazos en alto al cielo de Bilbao. Este chico tiene luz, tiene alma de estrella mundial y le cuadra la camiseta del Real Madrid como si fuese su segunda piel. El Madrid ha hecho el fichaje del año. Hello, soy Jude Bellingham.

Otros tiempos.- Ante el Athletic Club despedimos el curso hace un par de meses en el Bernabéu y ante el histórico y entrañable Athletic hemos dado ahora el banderazo de salida de la 2023-24, en un San Mamés con mucho veraneante del Guggenheim que aprovechó el puente de la Virgen para hacer doblete. Cuesta acostumbrarse a aceptar en estas fechas como encuentros oficiales lo que antes ocupaba en nuestros veranos infantiles el Carranza, el Teresa Herrera o el Colombino. Cuando el Madrid regresaba con esas copas y las ubicaba en la antigua Sala de Trofeos, suponía un orgullo difícil de explicar. No eran partidos oficiales, pero no andaban muy lejos por el prestigio que generaban si tocabas pelo. Entiendo que ahora los hayan engullido las giras transoceánicas pagadas a precio de Beluga, pero nadie me podrá quitar la emoción de aquellos partidazos ante el Flamengo, el River o el Palmeiras. Eran una mini Copa Intercontinental. Un deleite para los ojos de un niño que siempre soñó en blanco.

Lunin, Courtois y Militao.- Lo del Madrid es de un infortunio supino con las lesiones. Los casos de Courtois y Arda Güler te dejan patidifuso, añadiéndose hoy lo de Militao, que ojalá se quede en falsa alarma. En el caso del belga es mucho más que un dolor de muelas. El dentista diagnostica una cambio total de la dentadura, blanca y radiante mientras que el gigante de Bree ha estado sano y operativo. Lunin es un portero apañado y en San Mamés estuvo sobrio, pero para ser el dueño de la electrificada portería del Madrid tienes que estar tocado por los dioses de la inspiración. Le pasaba a Casillas, siguió con Keylor y ha tocado con Tibu hasta la gravísima lesión sufrida en Valdebebas. El relevo ideal consensuado era Bono, pero llamar a la puerta del Sevilla supone pagar el doble que los demás. Algo inaceptable que ha dejado al marroquí sin opciones. Al contrario que con Kepa, al que el Chelsea de Pochettino le ha buscado la proa fichando a Robert Lynch Sánchez, La Pantera de Cartagena. Kepa apunta a llegar cedido para hacer la guardia al año que le espera a Courtois para volver a ser Courtois. Kepa es un buen portero y aumentará la cuota de españoles en la Selección. Welcome.

El manchego.- Aparte del gol de listo y de vivo de Rodrygo (esta temporada se va a hinchar) me quedo con la intensidad y el fuelle inagotable de Fran García. La hormiga atómica de Bolaños de Calatrava ha dejado claro que esa banda es suya por derecho. Ha encajado en el equipo como un guante. El caso es que sin el tal Mbappé el Madrid arranca la Liga con firmeza y tres puntos de oro. Los catastrofistas vaticinaban que sin Kylian iba a ser un naufragio total y un fiasco tras otro. Hombres de poca fe. Con todos ustedes, el Real Madrid.

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