OPINIÓN

Haaland sufre, el City crece

Aspectos del City de esta temporada humanizan a un equipo monstruoso. El estado de Haaland, por ejemplo. El noruego es de carne y hueso.

PAUL ELLIS | AFP
Aritz Gabilondo (San Sebastián, 1980) es redactor jefe de fútbol internacional de AS. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, empezó su carrera en El País y desde 2002 trabaja en AS. Ha cubierto Mundiales, Eurocopas y Juegos Olímpicos para este diario. Es comentarista de fútbol internacional en Cadena Ser, Movistar+ y Mediaset.
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Aspectos del City de esta temporada humanizan a un equipo monstruoso. El estado de Haaland, por ejemplo. El noruego es de carne y hueso. Lo demostró fallando un gol a puerta vacía y celebrando con un gesto de alivio el que sí subió al marcador. Hasta los cyborgs sudan cuando las cosas se tuercen.

Tampoco anda fino el City en defensa y concede muchas más transiciones de las deseables, sin duda la kryptonita para hacer daño a Guardiola. Walker y Rodri se disfrazaron de bomberos para solventar varias de ellas ante el United, lo mismo que ocurrió recientemente ante el Chelsea.

En esta situación deficitaria tiene aún más mérito lo que están haciendo los cityzen, capaces de sobreponerse a goles rivales tempraneros y a cerrojazos que suponen laberintos para la mayoría de equipos. La varita mágica de Foden, el preferido de Pep, es fundamental para mantener siempre vivo al equipo. Un líder de 23 años, una barbaridad de futbolista en todos los sentidos.

Quien piense que el City aplasta y es perfecto, se equivoca; el City va camino de serlo, pero para eso necesita retos y obstáculos. El derbi de Mánchester lo fue, vaya que sí. Haaland lo sufrió; Foden lo disfrutó.

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