OPINIÓN

Gana Endrick, ¿gana el Madrid?

La urgencia se ha impuesto a la lógica en esta operación. El mercado no cierra hasta el 2 de febrero. Había margen.

Olympique Lyonnais
Aritz Gabilondo (San Sebastián, 1980) es redactor jefe de fútbol internacional de AS. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, empezó su carrera en El País y desde 2002 trabaja en AS. Ha cubierto Mundiales, Eurocopas y Juegos Olímpicos para este diario. Es comentarista de fútbol internacional en Cadena Ser, Movistar+ y Mediaset.
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El Madrid oficializó la cesión de Endrick un 23 de diciembre cuando el Lyon no lo podrá inscribir hasta el 3 de enero y el debut no llegará hasta el 11, por reglamentación en Francia. Es decir, el mismo día de la final de la Supercopa en Arabia, fecha limítrofe, o eso parece, para el futuro de Xabi Alonso como entrenador del Madrid. Imaginen, por un casual, que la etapa del técnico que ha enseñado la puerta de salida a Endrick termina ese mismo día; imaginen, siguiendo con los supuestos, que el entrenador que le sustituyese en el cargo sí contase con el brasileño y ya no pudiera; imaginen, por último, que el Madrid gana el título, pero pierde por lesión a cualquiera de los otros dos nueves de la plantilla, Gonzalo o Mbappé. El panorama sería bien distinto. Sin embargo, la urgencia se ha impuesto a la lógica en esta operación. El mercado no cierra hasta el 2 de febrero. Había margen.

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La postura de Endrick es clara y respetable: quiere jugar el Mundial y necesita minutos allá donde se los aseguren. La del Madrid también lo sería en cualquier otro contexto: su delantero de futuro va a foguearse. Pero la temporada blanca no invita a concesiones invernales, el entrenador está en entredicho, el club requiere decisiones inmediatas y no a años vista, y la mentalidad debe ser cortoplacista aunque haya situaciones que parezcan irreconducibles. Endrick es un delantero aprovechable. Costó un buen dinero para su edad. Dejó detalles cuando tuvo minutos y no quiso salir en verano pese a que pudo. Con Xabi pinchó en hueso, pero no está el técnico en la mejor situación deportiva como para marcar con sus decisiones la planificación del club. Lyon y Francia celebran la llegada del brasileño, mientras Xabi se queda con un efectivo menos en la plantilla y se expone a una situación que puede hacerle mucho daño a él y al madridismo: que al Madrid le vaya mal y a Endrick, bien. Sería muy difícil de digerir esto.

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