Esos 125 años no son nada
Me dijo emocionado mi padre que “nadie hace estas cosas como los catalanes de Barcelona” cuando esta semana a él y a sus compañeros de la UMD el alcalde Jaume Collboni les homenajeó en el Saló de Cent con motivo de los 50 años de aquella célula antifranquista del ejército de Franco fundada en un piso de la Diagonal. Todos acabaron en el cárcel. Se me vino a la memoria esa frase en este 125 aniversario de la fundación del F.C. Barcelona. Solo faltaron a la cita las botas negras y los dorsales del 1 al 11. El resto cumplió la liturgia: pantalones blancos como en 1899 y por supuesto una derrota en casa con gol y parada de dos ex, Sandro y Cillesen. Hasta ahí podíamos llegar. Como diría Groucho Marx, ‘nunca me haría socio de un club que me admitiese como socio’. Por eso soy del Barça, por cosas como estas.
Desde que goleamos hace unas semanas en el Bernabéu y salimos con seis puntos de ventaja más el golaverage, solo hemos ido de empate en derrota. Eso es un homenaje al ADN blaugrana y el resto son cuentos. Ahora mismo estamos dos puntos por debajo del Madrid, por que ya les digo yo que ellos también van a cumplir a rajatabla con la ortodoxia: ganar mañana y el partido atrasado de Valencia. Mi hijo Mario remató el homenaje para cabreo de su madre y orgullo de su padre: ni comida ni cena.