Ensaimada y empanada

El bebé vino de nalgas.- Hay días en los que es mejor quedarse en la cama y no asomar la cabeza para evitar un corte de digestión o una terrible jaqueca. Todo eso lo sufrió el Madrid de Ancelotti en un partido que vino de nalgas desde antes de rodar la pelota. Courtois se lesionó en el calentamiento, algo que solo recuerdo con Casillas en un Espanyol-Real Madrid en Montjuïc. Nacho se metió con muy mala suerte un gol en propia meta, en su intento por evitar el cabezazo del infatigable Muriqi (¡un nuevo puro!) y, por si fueran pocos males, Asensio erró un penalti cometido sobre Vinicius. El balear quiso reivindicarse ante sus paisanos y se lo pidió, aunque en la rotación habitual le tocaba turno a Rodrygo. Pero Rajkovic voló e hizo un paradón. Los cuatro jugadores del Mallorca que invadieron el área antes de golpear el mallorquín no merecían la repetición, en opinión de De Burgos Bengoetxea (el hombre del VAR). A todo eso sumen las ‘miles’ de faltas que hicieron los bermellones, que impidieron a los blancos imponer el ritmo del partido y llevaron el asunto al sitio exacto que quería un sabio como es Javier Aguirre, al que deberían hacer un monumento en esta maravillosa isla. Solo Vini se llevó 10 en su mochila, más otras tres o cuatro que no fueron castigadas. Ninguna fue violenta, pero si a Messi le hicieran esos marcajes ‘faltones’ en cada partido el argentino ni sería quien es ni habría ganado un solo Mundial...

Sin excusas.- Si esto fuese un juicio, les he expuesto todos los atenuantes para intentar explicar la derrota, que le deja al Barça media Liga en bandeja. Pero al final hay que ser justos y hay que decir que el Madrid hizo un partido horrible, espeso, sin verticalidad, sin pegada, sin opciones de gol (si quitan el penalti, ¡cero tiros a puerta!), con un Vinicius enzarzado en las batallas y las provocaciones de Maffeo y Raíllo, con Valverde de nuevo en su versión ‘pajarito’ y Tchouameni nulo. Pero nulo, nulo. Solo Camavinga, excelso, se salvaba de la quema en un equipo ya castigado de por sí por las ausencias de Benzema, Courtois, Militao, Mendy y Lucas Vázquez, a lo que se unió la suplencia de Kroos y Modric. Muchos les miran el DNI, pero sigo diciendo que en los grandes días jugarán de inicio el croata y el alemán. Siguen siendo los dos grandes referentes del juego de un equipo que en Palma palmó desnortado y con una imagen deprimente y alejada de un aspirante al título de Liga. Del once que jugó en la triunfal final de París ante el Liverpool solo ‘sobrevivían’ Carvajal, Valverde y Vinicius. Con ese plan es mucho más difícil mantener le senda de la gloria.

El Mundialito.- Ancelotti hablará estos días con sus hombres para explicarles que es necesario que reaccionen ya. Sin esperas ni más dilaciones. Conquistar el Mundialito se me antoja fundamental para evitar entrar en una rodada de negatividad que pondría en peligro todo el proyecto. Y ojo que en Marruecos se van a encontrar otro campo plagado de minas. El Al-Ahly egipcio es un rival muy competitivo. Y si la final prevista se cumple, el Flamengo es un equipo que podría luchar por nuestra Champions europea. Ganar el Mundial de Clubes supondría un título de prestigio y una rampa de lanzamiento para afrontar los cruces con el Liverpool y el Barça con otro ánimo y ganas de buscar más sonrisas y alejar las lágrimas. ¿Y la Liga? Prefiero no darle muchas vueltas. Mejor ir a por el Mundialito, la Champions y la Copa del Rey y no volverse locos. En Son Moix se suspendió la caza...

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