El turno de los Hispanos
España ya ha clasificado siete equipos para los Juegos, cinco de ellos en el presente 2024. Ya escribimos al inicio del año que habría emociones fuertes cada mes hasta la inauguración del 26 de julio. Este marzo es el turno para los Hispanos, que pudieron lograr el pase en enero si hubieran ganado el oro en el Europeo, pero no solo no alcanzaron el título, sino que sucumbieron en la primera fase, en un batacazo sin precedentes en su ilustre historial. Por fortuna, la Selección de balonmano había hecho los deberes antes y ya tenía adjudicada una plaza en el Preolímpico por su bronce en el Mundial de 2023. Después de aquel tropiezo, Jordi Ribera tenía una labor por delante: levantar el ánimo de sus pupilos y reconstruir un grupo para luchar por París 2024. Mientras, la Federación se propuso otra tarea: organizar el torneo clasificatorio. La experiencia de Río 2016, cuando una de las mejores generaciones se quedó sin Juegos Olímpicos tras caer en Suecia por un gol, aconsejaba el esfuerzo de traer la competición a casa.
La RFEBM logró la primera victoria en los despachos, con la asignación del Preolímpico a Granollers, una localidad clásica del balonmano. Seis de los 19 jugadores actuales han militado en el club anfitrión, entre ellos Antonio García, que a sus 40 años es el capitán vallesano y un ejemplo de longevidad. Ahora hay que cerrar el segundo requisito: expedir el pasaporte dentro de la cancha. La cosa ha empezado bien con una victoria rotunda ante Baréin, la más débil de las cuatro participantes. España venció 39-27, sin especulaciones, porque cualquier gol puede ser decisivo en los desempates. Es un buen comienzo, pero aún faltan los dos huesos: Eslovenia (viernes) y Brasil (domingo). Un triunfo más equivale prácticamente a la clasificación, porque pasan dos. El trabajo previo está hecho, pero hay que rematar la faena. El octavo billete a París está en camino.
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