El ‘corazón’ de María Pérez

La granadina ganó el doble oro en 20 y 35 kilómetros marcha. Tiene cuatro títulos mundiales.

Dylan Martinez
Juanma Bellón. Nació en 1983, en Úbeda. Corrió 800 metros en 1:49. Estudió periodismo en la Complutense y en 2006 entró en AS, a Más Deporte. Escribió de temas polideportivos, mucho atletismo. Cubrió los Juegos de Tokio. Ahora es jefe de la sección de Actualidad. Allí se trata de economía, ciencia, conflictos internacionales, política y lo que sea.
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‘Satori’ es un término japonés que roza casi lo místico, un concepto budista de iluminación espiritual. Una alineación de planetas, una comprensión profunda de la vida… Un estado similar al que vive María Pérez al marchar sobre el asfalto. Controla tiempos, momentos y todos sus pasos. Ha desentrañado Matrix y se ha colgado en Tokio el oro en 20 y 35 kilómetros marcha, igual que hiciera hace dos años en Budapest. Este doble-doble en campeonatos consecutivos le da billete directo a la leyenda: antes solo lo hicieron Carl Lewis (1983-1987), Usain Bolt (2013-2015) y Mo Farah (2013 y 2015). También es la española con más oros en Mundiales.

A María Pérez esos datos poco le importan. Su ‘satori’ va más allá. “Todo eso de los récords me da igual, esto lo hago porque soy feliz. Antes me ponía presión, pero ahora disfruto al máximo”, explica entre lágrimas la granadina de Orce a sus 29 años, que se preocupaba igual por su segundo oro que por su amiga Antonella Palmisano. La italiana, compañera de entrenamientos durante todo el año, se retiró en los 20 km, y Pérez fue directamente a abrazarla tras cruzar la meta. La marchadora es una persona altamente emocional, y esa pasión es proporcional a la enorme determinación que tiene al competir.

María Pérez y Antonella Palmisano. JEWEL SAMAD

En el circuito junto al estadio nacional de Japón fulminó a todas sus rivales. Los 10 primeros kilómetros transcurrieron en 43:37 (a 4:22 cada 1.000). María activó el ‘turbo’ a partir del 15. 4:14 un parcial, 4:09 el siguiente y otro más para quedarse sola. Ninguna otra en el mundo puede marchar con consistencia por debajo de 4:10 salvo la española, que llegó a meta en 1h25:54. A 4:18 de media, a 14 kilómetros por hora. Sin avisos, sin levantar los pies del asfalto y sin doblar las rodillas.

Un proceso de reconstrucción

En su proceso hacia al Olimpo del deporte, María Pérez ha pasado por etapas oscuras. En la Federación Internacional llegaron a mostrar vídeos suyos como ejemplo de atleta descalificable por su técnica. En varios campeonatos la tumbaron y ella se llegó a cuestionar todo. Hasta que hizo una reunión de urgencia ‘def con cuatro’ con su entrenador Jacinto Garzón y con el pionero José Marín para trazar un plan que acabara con esos castigos. Cumplió al 100%. Ahora acaba sin tarjetas rojas casi todas las carreras.

Aparte de haber pulido su técnica, María lleva un programa de entrenamiento estricto en el que firma entre 100 y 130 kilómetros semanales. Las series estrella son las de 2000 a 4:15 y el nivel de lactato en el que se mueve es 4 milimoles. En test ha llegado a ponerse a 3:53 por 1.000 y el lactato le sube a 6. No es demasiado. También trabajan mucho en zonas de pulso, su corazón es una máquina perfecta. En ese aspecto es una superdotada y eso le permite luego marchar a ritmos muy altos durante mucho tiempo, algo que sus rivales no pueden hacer.

Con dos medallas de oro y feliz, Pérez hará una buena celebración en la noche de Tokio, después se irá a unas vacaciones para celebrar sus títulos, pero sobre todo que es “feliz”. Alcanzó el ‘satori’ en Tokio.

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