El problema nunca puede ser Mbappé
El Real Madrid comenzaba la temporada pasada, la 23/24, sin haber conseguido ninguno de los grandes títulos, con la marcha de Karim Benzema y la no llegada de Kilian Mbappé, y con las lesiones de larga duración de hombres tan fundamentales como Courtois, Militão y Alaba. Creo que esta incertidumbre y esta adversidad provocó un estado de alerta y de unión en la plantilla, con el sentir que debían remar juntos y remar fuerte para tener un buen rendimiento. Esta humildad y generosidad en el trabajo fue la clave en un equipo supercompetitivo, capaz de mostrar una gran regularidad en Liga y de resistir momentos de gran dificultad en la Champions para volver a campeonar.
La sensación en este inicio de curso está en el lado contrario. El equipo no está defendiendo bien. Cuesta robar, activarse en la pérdida y defender hacia delante con agresividad. Para mí, este es el gran problema a resolver, y tiene fácil solución. En cuanto al rendimiento del astro francés, no tengo ninguna duda que será el mejor futbolista del equipo en lo ofensivo. El verde nunca engaña y con las extraordinarias cualidades de Kilian, las cosas caerán por su peso. De hecho, con un futbolista así, además de Vinicius y Rodrygo, la idea de construcción de ataques debe ser hacer llegar el balón lo más rápido posible y en las mejores condiciones a estos hombres y, por el momento, se está construyendo con lentitud.