El primer día del Xavi 2.0. pudo acabar mal
A Xavi casi le explota en las manos su protesta de la semana pasada, cuando se quejó amargamente de estar una hora con uno menos contra el PSG por la expulsión de Araújo. La roja a Mamardashvili le regaló un tiempo completo de superioridad numérica a su Barça y la solución sólo llegó al final, cuando el instinto de viejo rockero de Lewandowski le salvó del primer aprieto al técnico desde que anunció su continuidad. El polaco, a quien rodeó el runrún de una posible suplencia durante todo el lunes, respondió a las sombras sobre su futuro con una actuación de jugador grande: su primer hat-trick en la Liga. Ya no hay sospechas con Lewandowski.
El Barça no pareció contra el Valencia un equipo emocionado por la continuidad de su entrenador por más que este dijese el día del anuncio de su continuidad que sus jugadores habían hecho el mejor entrenamiento del curso. Al contrario, pareció un equipo acomodado que rozó conductas al límite de la falta de profesionalidad. El grotesco intento de sombrero de Ter Stegen resultó del todo inaceptable. Luego, Araújo repitió error de bulto. Primero, no saltó en una acción en la que debía mandar; y, más tarde, se llevó por delante a Peter Federico. El 4-2 final resultó un mal menor para el Barça. Cura muy pocas heridas, sigue dejando interrogantes. Pero le arregló el primer día al Xavi 2.0.