El partido de Miami: la UEFA reconoce la adulteración
El Barça saca una ventaja competitiva y ese permiso “excepcional” que esgrime el máximo organismo del fútbol europeo no se lo podrá negar a nadie de aquí en adelante.
“La UEFA confirma su oposición a que partidos domésticos de Liga se jueguen en el extranjero”. Así tituló su comunicado el máximo organismo del fútbol europeo para explicar, en el cuarto párrafo, que autorizaba “excepcionalmente” y “a regañadientes” el Milan-Como en Perth y el Villarreal-Barça en Miami días después de un encuentro Laporta-Ceferin. En definitiva, el editorial por delante de la noticia para cargarle el muerto a la FIFA, que hubo de ceder a que partidos de competición doméstica se jugasen en el extranjero para que Relevent Sport retirara una demanda por monopolio a cuenta de aquel Girona-Barça que no salió de España. El acuerdo liquidaba los restrictivos estatutos FIFA.
La nota de la UEFA es un alegato contra los partidos domésticos fuera de un territorio para evitar que se prive de derechos “a los aficionados leales que asisten a los partidos” y que se introduzcan “elementos distorsionadores en las competiciones”. También califica de “lamentable” la decisión de tener que autorizar ambos encuentros fuera de España e Italia por imperativo legal. Dicho en castellano, reconoce lo que piensa la inmensa mayoría del fútbol europeo: sacar un partido de Liga del territorio nacional rompe una simetría histórica de esas competiciones y adultera su resultado final al quebrar el principio de igualdad.
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Cierto es que también la Supercopa salió de España, en ‘sportwashing’ pagado a precio de oro, a costa de sacar a los aficionados nacionales de la ecuación, pero ahí al menos se respetaba la neutralidad del escenario. Se garantizó incluso en 2021, cuando con motivo de la pandemia se jugó en Andalucía sin equipos andaluces. También se esgrime que NBA y NFL salen de su territorio, pero jamás lo han hecho en los ‘playoffs’, la hora de la verdad. Ahí nadie renuncia al factor cancha. En la Liga española los ‘playoffs’ son de 38 partidos. Así que habrá que convenir que el Barça saca una ventaja competitiva y que ese permiso “excepcional” que esgrime la UEFA no se lo podrá negar a nadie de aquí en adelante. Eso sí, a regañadientes.
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