Opinión

El ‘otro’ Flick tiene peligro

Cualquier entrenador cuando gana es un caballero al que entregarle una hija y un tipo iracundo que no da ni los buenos días cuando pierde.

MIGUEL MORENATTI
Aritz Gabilondo (San Sebastián, 1980) es redactor jefe de fútbol internacional de AS. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, empezó su carrera en El País y desde 2002 trabaja en AS. Ha cubierto Mundiales, Eurocopas y Juegos Olímpicos para este diario. Es comentarista de fútbol internacional en Cadena Ser, Movistar+ y Mediaset.
Actualizado a

No falla. Cualquier entrenador cuando gana es un caballero al que entregarle una hija y un tipo iracundo que no da ni los buenos días cuando pierde. Flick también. Ese tipo amable, comedido y sensato, ese técnico que dio una vuelta de tuerca necesaria al Barça –seguramente por no conocer lo suficiente el entorno, el tan recurrente ADN Barça–, empieza a sacar la patita más de lo necesario. Patinó criticando en público a Luis de la Fuente por hacer lo mismo que él cuando era seleccionador de Alemania. Señaló a Iñaki Peña hasta mandarlo fuera del club. Castigó a Raphinha por retrasos mínimos. A Koundé. Al que sea.

Habló de egos tras empatar en Vallecas, lo que parecía apuntar al mismísimo Lamine. A Casadó le hizo internacional para luego enviarlo a la semiclandestinidad. En esas mismas está ahora con Lewandowski, su goleador el curso pasado y suplente de lujo –salvo ayer en Sevilla– en el arranque de este. Hasta de los árbitros se quejó tras caer en Champions frente al Inter, lo que le costó una sanción de la UEFA que luego fue levantada tras recurso. Dos derrotas consecutivas, frente al PSG y en el Pizjuán, vuelven a sacar la cara más nerviosa de un técnico que en Alemania ya protagonizó episodios de este calado.

Su relación con el entonces director deportivo del Bayern, Salihamidzic, fue turbulenta y llena de reproches públicos. Hasta se metió con el experto alemán de sanidad durante la pandemia cuando Kimmich decidió no vacunarse. Por no hablar de su etapa en la Mannschaft, horrible de principio a fin. Se dice por ello que los segundos años de Flick son un problema. Exprime tanto el limón que acaba cansando a todos. De momento, no ha corregido el mayor error de su Barça: juega muy expuesto y sin red defensiva. La marcha de Iñigo Martínez lo enfatiza. Ahí sí debió atizar a la directiva y se achicó. Y sin Iñigo, peligro...

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí

Etiquetado en:

Te recomendamos en Opinión

Lo más visto

Más noticias