El mejor club del mundo

Hay una verdad que nunca se le puede negar al FC Barcelona, acabe como acabe la temporada. Y este año, precisamente, no es de las que mejor han acabado. Me refiero a su vocación polideportiva, que le hace competir en diferentes frentes, siempre al más alto nivel. Xavier Budó lo rubricaba en negrita en su carta de despedida: “El Barça es el millor club poliesportiu esportiu del món”. Eso no ha evitado que el propio Budó haya renunciado a su cargo de director de deportes profesionales, después de tres años y medio, y que cinco de los seis técnicos que empezaron el curso no vayan a repetir en el siguiente. El dato es impactante, aunque hay que contextualizarlo, porque Jonatan Giráldez no se marcha al Washington Spirit por la puerta de atrás, sino después de conseguir un póquer femenino con el equipo femenino de fútbol. De su banquillo salió una de las dos Champions que se han teñido esta campaña de azulgrana. La otra la protagonizó Antonio Carlos Ortega, el único entrenador que seguirá a la batuta, con el 12º título europeo de balonmano.

Tampoco se van de vacío Jesús Velasco, en fútbol sala, y Edu Castro, en hockey patines, aunque sí por debajo de las expectativas. Enfrente asoman dos técnicos que han cerrado la sesión en blanco, que coinciden con los dos deportes más relevantes: Xavi Hernández, al mando del fútbol, el equipo que mantiene al club, y Roger Grimau, del baloncesto. Que estas dos disciplinas terminen sin trofeos marcan la temperatura de la entidad por encima del resto. El Barcelona está diseñado para ganar títulos y para buscar la excelencia. Sus sustitutos, Hansi Flick y Joan Peñarroya, ya trabajan para reorientar la dirección, con fichajes como Kevin Punter. El Barça es el mejor club polideportivo del mundo, siempre tiene algo que celebrar, pero la alegría no puede ser plena si no carburan sus principales locomotoras.

Lo más visto

Más noticias