Opinión

El Madrid y las tres caras de la Luna

Contra el Olympique de Marsella, el Real Madrid remató mucho, disfrutó de buenos momentos, bajó demasiado el pistón en otros y volvió a lamentar graves errores de juicio. Nadie discute que sus victorias hasta ahora han sido merecidas, pero al equipo le falta continuidad.

JESUS ALVAREZ ORIHUELA
Actualizado a

En el turf se utiliza una expresión muy descriptiva para anunciar la victoria de un caballo. ¡Ganó por corta cabeza!, se dice y podría aplicarse al Real Madrid en el comienzo de la temporada. Ha ganado por un gol de diferencia cuatro de los cinco partidos. La excepción se produjo en Oviedo, donde venció 0-3. El equipo sigue invicto en pleno proceso de reconstrucción. Nadie discute que sus victorias han sido merecidas, pero le falta continuidad. Le cuesta gestionar los partidos de principio a fin.

Contra el Olympique de Marsella remató mucho, disfrutó de buenos momentos, bajó demasiado el pistón en otros y volvió a lamentar graves errores de juicio. Carvajal, el más experto de la plantilla, salió expulsado en la segunda parte, con un inquietante empate a uno en el marcador. Reaccionó el Madrid y aprovechó un discutido penalti, transformado por Mbappé, que ya había marcado otro en el primer tiempo, para imponerse al competente equipo francés.

Mbappé solía repartirse con Vinicius y Bellingham los lanzamientos de penalti en la primera parte de la anterior temporada, no sin polémica en el madridismo. Era un Mbappé todavía encogido por el efecto de su ingreso en el Real Madrid, demorado durante un año, entre el fastidio de buena parte de la hinchada y la consagración de Vinicius como máxima figura del equipo, asumida de forma clamorosa por el propio club.

Nunca en la historia del Real Madrid, donde han jugado Di Stéfano, Cristiano Ronaldo y un par de docenas más de fabulosos jugadores, se ha conocido un caso igual al de Vinicius, proclamado mejor jugador del mundo por el propio club, que dio orden de boicotear la ceremonia del Balón de Oro porque no se concedió el trofeo al jugador brasileño. El caso es que Vinicius ya no lanza los penaltis, ni es titular por decreto, ni ha jugado un partido completo hasta ahora. Sic Gloria Transit Mundi, siempre tan aplicable al fútbol.

Mbappé es el jugador alfa del Madrid y eso pasa por los lanzamientos de penaltis. Marcó los dos contra el Olympique. Atrás quedó la frustrante secuencia de sus penaltis fallados en Anfield y San Mamés, donde el francés atravesó por una impensable crisis de confianza. Futbolistas de su calibre no suelen mostrar debilidades tan gráficas a los ojos del personal. Pero ése era otro Mbappé, sin encaje inmediato en el equipo y apabullado por el efecto Vinicius que alimentaba el propio club.

Desde el primer día, es decir, durante la disputa del Mundial de Clubes, Alonso envió mensajes cautelares al brasileño y afirmó la posición de Mbappé como bandera del equipo. La situación se ha reproducido con más rotundidad en el comienzo de la Liga y la Copa de Europa. Mbappé ha sido figura en todos los partidos. Vinicius quiere, no ya el imponente estatus de los últimos tres años, sino un partido completo como titular.

Vinicius regresa a un periodo conocido de su trayectoria, a los esforzados años donde tenía que convencer al entrenador, Zidane, nada menos, y a la crítica de que era un futbolista a la altura de la exigencia del Real Madrid. Aquel jugador no tuvo problemas para apartar a Gareth Bale y Hazard de su camino. Lo consiguió a golpe de velocidad, regates, exuberancia y goles. Pasó en un tiempo récord de sospechoso a ídolo, a cambio de reservarse un progresivo desinterés por el trabajo defensivo y de instalarse con frecuencia en el conflicto.

Noticias relacionadas

Xabi Alonso aplica un régimen que disgusta a Vinicius. El técnico quiere la versión más afilada del brasileño, pero sin ninguna de las contraindicaciones. En medio, una tensión más latente que perceptible. Vinicius tiene este año de contrato y otro más, pero el último ya se sabe lo que significa en estos casos. El Madrid lo ha aprovechado para fichar a un buen racimo de jugadores. Queda por ver dónde ha situado Vinicius su horizonte: si en el Real Madrid, jugando al máximo de su potencial, o en otras latitudes, como el futbolista desencantado que termina rompiendo amarras con el club.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí

Etiquetado en:

Te recomendamos en Opinión

Lo más visto

Más noticias