El Madrid impone su historia

La tradición es inequívoca con el Madrid. Nunca ha necesitado ser mejor que el rival para ganar, y a esa máxima se abrazó ante el Girona de Míchel. Se salvó de milagro al principio, tiró de pegada después y equilibró su defensa cerca del área de Kepa para sacudir el liderato y contener sus contradicciones. Conocedor del potencial del Girona, Ancelotti rearmó el esqueleto de su equipo con un bloque medio-bajo ostensible dispuesto en un 1-4-4-2 que escoltó a los laterales ―no es casualidad que Camavinga volviera a esa lugar― y desahogó las tareas defensivas de Tchouameni. Aun así, otro comienzo errático, que remitió a lo ocurrido en el derbi, debió arañar por completo la escudería madridista. Otra vez salió con la caraja, incapaz de detener las asociaciones de dentro a fuera del Girona y rendir con solvencia en su propia aérea. Los de Míchel giraron el juego y acumularon futbolistas en zona de remate, pero Yangel Herrera y Tsygankov no facturaron dos ocasiones clarísimas y el Madrid terminó sin cicatrices.

Después vino la respuesta clásica y las distracciones de siempre de Blind, un defensa que no es defensa. Bellingham volteó la escena, Joselu dejó a las claras sus buenos movimientos en el área y Tchouameni y Kroos arbitraron entonces el partido de distinta manera. Al francés le viene extraordinaria la cercanía del alemán. Le libera de las funciones creativas, achica los espacios a resguardar y le permite elegir mejor los saltos. A Kroos también le cuadró el sistema más equilibrado que dispuso Ancelotti. Desde el pase volvió a dar otro clinic; en las coberturas defensivas le posibilitó no tener que salir a banda, algo para lo que no está ya. Para el Girona fue una pena no tener la claridad ofensiva de Savinho y desperdiciar oportunidades que le hubieran podido tutear también en el resultado al Madrid. Se quedó en la penumbra. Con todo, da gusto ver la propuesta de Míchel, las maneras de Aleix García en el centro y la voluntad ofensiva de un equipo cuya materia prima es el balón. Ante el Madrid no solo se requiere hacer las cosas bien, sino no fallar cuando tienes la oportunidad. La historia así lo dice.

El perfil izquierdo

El regreso de Vinicius le acerca a Bellingham y ofrece un abanico de posibilidades ofensivas al Madrid por ese lado. Al estar el brasileño abierto, el inglés puede recibir más liberado entre líneas. Y el catalejo de Kroos no conoce el error.

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