Opinión

El engañoso récord acuático

De esos 24 días de interminable competición, España ha pasado los últimos siete en blanco...

Tingshu Wang
Subdirector de polideportivo. Ha desarrollado toda su carrera en AS desde 1991. Cubrió dos Juegos Olímpicos, siete Mundiales de ciclismo y uno de esquí, 12 veces el Tour y la Vuelta, seis el Giro… En 2007 fue nombrado jefe de Más Deporte, puesto que ocupó hasta 2017, cuando ascendió a subdirector en las áreas de Motor, Baloncesto y Más Deporte.
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Los larguísimos Mundiales Acuáticos de Singapur 2025 pusieron el cierre el pasado domingo con España en el sexto puesto del medallero, su mejor clasificación histórica. Por un lado, se han igualado las 12 medallas de Barcelona 2013, aunque en este caso con más oros: cuatro frente a uno. Por otro, también se ha superado este verano la séptima plaza global de Fukuoka 2023. Se miren como se miren los números, la RFEN celebra su mejor actuación de siempre. Eso es así. Pero el dato también resulta engañoso, y en la propia Federación lo saben. De esos 24 días de interminable competición, España ha pasado los últimos siete en blanco, justo los que coincidían con la disciplina reina de los Campeonatos: la natación.

Aquí el balance ha sido de dos finales, ambas en la séptima plaza, Carles Coll en 200 espalda y el 4x100 mixto, más ocho semifinales y seis récords nacionales. Según quién haga el análisis, hasta parece mucho, porque en la víspera nadie quería hablar de finales. Pero la realidad es que para un país que puede presumir, y debe presumir, de ser el sexto en el mundo acuático, resulta un pozo profundo. Con Mireia Belmonte prejubilada y alargando sin necesidad su ilustre carrera, y con Hugo González en una temporada de descanso activo y con un futuro todavía incierto, la natación española se mece entre las brazadas de Coll y las progresiones de Carmen Weiler y Luca Hoek. Faltan tres años para saber si ese es el camino, porque este deporte se mide en ciclos olímpicos, con Los Ángeles 2028 en el horizonte. Mientras tanto, la sincronizada, con nueve medallas, más que ningún otro país, liderada por su nueva estrella Iris Tió, y el waterpolo, que ha cerrado con un oro y un bronce, y porque no hay más podios posibles, continúan tirando del carro de forma majestuosa. Pero la asignatura pendiente de la natación sigue siendo la natación. Suena a contradicción. Porque lo es.

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