El Barça de Xavi, el muñeco del Girona de Míchel
Lo que por un momento parecía caminar hacia una tarde plácida para el Barça en la que atase la segunda posición, retrasase el alirón del Madrid y, especialmente, evitase líos alrededor de la figura del entrenador, terminó en terremoto. El Girona, iluminado toda la temporada, equilibró el 0-1 en cinco pases; y en la segunda parte le dio un zarandeo a un equipo que no se enteró de nada en cuanto Míchel movió a Couto a la derecha e introdujo a Portu, el jugador del partido.
Así que, de presumir de una buena primera parte y del talento de Lamine Yamal, que está impresionante, los jugadores del Barça terminaron con la cabeza baja después de una dimisión impresentable en los últimos 25 minutos en los que fue un muñeco en manos del Girona como lo ha sido del Madrid en la Liga. El Barça ha encajado 13 goles en los últimos cuatro partidos, seis de ellos en los dos que ha jugado desde que el club escenificó la continuidad de Xavi.
El resultado señala al entrenador, cuya figura vuelve a quedar debilitada dentro de un peligroso entorno de nerviosismo. Pero, sobre todo, apunta a Laporta, que se quedó boquiabierto el 27 de enero cuando Xavi le presentó una dimisión en diferido a la que no supo reaccionar, y que tampoco ha sabido exactamente qué hacer en los meses posteriores. Su parálisis ha desembocado en una continuidad, la de Xavi, que nadie termina de creerse. Tal vez, ni siquiera el protagonista que cambió de opinión.