El Barça cierra los ojos… y gana
La gane o no al final, esta Liga está siendo una estación de penitencia para el Barça. Contra el Valencia sumó su octavo 1-0 del curso (décimo de la temporada si se cuentan los dos de la Copa). Otra vez se salvó de milagro, seguramente ni sabe cómo. Atrincherándose atrás como un equipo menor por más que estuviese con diez, ganando de milagro la famosa posesión y agradeciéndole al Valencia su falta de talento y a Alberola Rojas que no mirase con lupa un toque de Kessié a Fran Pérez al límite del penalti.
Ganó el Barça y termina la jornada 24 con 62 puntos, una barbaridad que le sigue proyectando casi a los cien. Hay días, sin embargo, en los que es difícil justificar al Barça por más que estuviese media hora con uno menos o jugase con bajas importantes. Empezó algo distraído, jugando casi a medio gas, pero fabricó un gol primoroso de Raphinha en el minuto 17. Un equipo poderoso hubiese dado un pisotón, más advirtiendo la debilidad del Valencia, y se habría puesto a pensar en otra cosa (San Mamés, el Clásico). Pero el Barça va justísimo y casi se complica la vida después de una escena poco reconfortante en el penalti fallado por Ferran.
s muy raro que Xavi designe como especialista a un futbolista al que no consideró ni para lanzar uno de los cinco penaltis en la semifinal de la Supercopa ante el Betis, pero es peor que Ansu le metiera presión públicamente ante 89.000 espectadores. Ferran falló el penalti, Araújo fue expulsado en un nuevo error como lateral de Koundé y la afición cerró los ojos después de la acción de Kessié hasta que se acabó el partido. Pero el Barça se salvó otra vez.