El Atlético le dio un repaso al Madrid en todos los aspectos
El equipo de Simeone fue muy superior y Julián Alvarez, top tres mundial en lo referente a delanteros, hace soñar a lo grande a la afición del Atlético. Grandioso Koke y gran partido de Barrios. Y no me olvido de la afición: sin ella nada de esto sería posible.
Qué cosas, un 5-2 ante tu eterno rival, y este es el artículo que más trabajo me ha costado hacer en los últimos años. Entre otras cosas por ese conflicto interno que es, como ya sabéis los que me leéis, ser prudente en lo bueno y en lo malo en septiembre. Pero cómo se lo explicas tú a un aficionado atlético después de arrollar por 5-2 a tu rival en una final liguera en septiembre. Y es que además no fue por un mínimo detalle, o por una acción arbitral: fue por un auténtico repaso en todos los aspecto, táctico, de fe y del técnico...
Todo empezó con ese 4-4-2 que presentó Xabi, desubicando a Güler y Bellingham en las bandas, desnaturalizando a un equipo invicto que lo estaba haciendo de lujo con el 4-3-3. En esa confusión apareció un equipo, el de Simeone (guarden otra vez los tanques anticholistas), que supo presionar cuando la ocasión lo requería, y lo más importante, le ganó todos los duelos por fe y convicción a su rival. Hubo momentos de dudas en el primer tiempo por el talento del rival y las dudas de los centrales para dejarlos vivos al descanso.
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Pero de nuevo en la reanudación el equipo siguió con la misma consistencia e ideas claras. Sería injusto destacar a un solo jugador, aunque la euforia te haga señalar la banda derecha de unos incombustibles Llorente y Giuliano, o la raza y saber estar de Barrios o ese grandioso Koke, y la competitividad de hombres del Cholo como son Hancko y Nico. Para el final me dejó a nuestro jugador franquicia, a ese futbolista que te marca las diferencias, a ese top tres mundial que te hace soñar en grande, Julián Alvarez, delantero que aglutina todas las virtudes de un punta: trabaja, elabora, desahoga, asiste y marca. Pido disculpas por saltarme en septiembre mi prudencia, pero es que viniendo del desgaste del día del Rayo, teniendo enfrente al invicto Real Madrid, teniendo las bajas de jugadores importantes, siendo una final prematura, la ocasión lo merecía. Mañana ya vuelve el partido a partido, con el Eintracht en el horizonte. Y no puedo olvidarme de la afición del Metropolitano. Sin ella nada sería posible.
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