El árbitro siempre tiene la razón
Muchos equipos de nuestra liga han sido víctimas de errores arbitrales, de VAR o de aplicación del reglamento. Aunque en España de momento no hemos sufrido fallos tan esperpénticos como el que le costó el partido al Liverpool frente al Totteham en la Premier. Fue tan absurdo que recordó al juego del ‘Teléfono escacharrado’. Todos los árbitros creyeron que trasmitían el mensaje correcto y ninguno pensó que estaba equivocado. Pasaron del “Check complete. Perfect” al “No podemos hacer nada”. El error va con el ser humano, no con las máquinas. No se puede objetivizar todo de tal manera que se elimine los fallos arbitrales. Nuestra visión está distorsionada y las normas tienen ámbitos de discrecionalidad. El árbitro siempre tiene la razón, no porque la tenga, sino porque es quien decide.
VAR si, VAR no. Hay muchas razones para oponerse a esta conflictiva tecnología: acaba con la espontaneidad del fútbol, decisiones impuestas por una fuerza externa, interrumpe el ritmo del partido durante demasiados minutos, frustra a los jugadores y aficionados que esperan una perfección que no existe y cada árbitro usa un criterio diferente para una misma jugada. Así se mantiene viva la conspiración del “siempre benefician al Madrid y al Barça”. Es decir, lo que nos parecía la gran solución, se ha convertido en un gran problema.
El VAR en el fútbol solo lo usan los árbitros. Depende de la calidad técnica del VAR y de la calidad técnica de los colegiados. En el basket, el fútbol americano o el tenis, se permite a los jugadores reclamar el uso de las imágenes para comprobar una decisión. ¿Por qué no hacerlo así en el fútbol? Por supuesto con sus reglas y limitaciones. Acabaríamos con la tan repetida frase: ¨No entiendo por qué no revisa el VAR esta jugada¨.
Al menos en el fútbol de hombres hay VAR porque en el fútbol femenino ni eso. Como ha dicho Manolo Cano, entrenador del Atlético de Madrid, no se entiende como en un país donde somos campeonas del mundo y de Champions no tengamos VAR.
La vida, dicen, es injusta. Y lo es. Tal vez si tuviéramos un VAR para corregir nuestros errores, volver atrás y pedir perdón nos iría mejor. O no. En el fútbol, el videoarbitraje no acaba con los problemas, el árbitro sigue siendo el malo. A lo mejor es eso, se ha creado para mantener viva la polémica y tenernos entretenidos hasta el próximo partido.
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