Derrota muy dolorosa para el Atlético

En medio de la gran batalla de Champions, se encontraba un partido áspero en el Coliseum ante un Getafe granítico que te dejaba la pelota para intentar salir a la contra, con un pasillo de seguridad ante el cual era casi imposible penetrar. Los rojiblancos quedaron lastrado con los problemas de Lenglet en el calentamiento, que dejaba mermaba la salida limpia desde atrás. Los Uche, Milla, Arambarri, Alderete y Duarte empujaban el fútbol rojiblanco a buscar por fuera, solo en Giuliano hubo un atisbo de peligro.

Un Rodrigo de Paul tocado, y un intrascendente Lino se marcharon y el Cholo dio entrada a Barrios y Correa, que siguieron en la línea de partido enmarañado. Únicamente el penalti, que para mi forma de entender el fútbol no lo es, aunque sí para el reglamento, hizo moverse el avispero. Y llegó el protagonismo para los detalles trascendentes: uno, la no expulsión de Rico por segunda amarilla, y también desconsideración y la evitable expulsión de Correa por plancha. Derrota dolorosísima de los rojiblancos que en un partido antes de la Champions, podrían haber conseguido tres puntos valiosísimos que te hubiesen hecho soñar muy seriamente en la posibilidad de la Liga. Ahora llega el miércoles, donde la palabra áspero no tiene cabida. Es un partido definitivo, a las 21 horas, contra tu rival y en el Metropolitano.