De peldaño a peldaño hasta el rellano
Tras dos años eliminados antes de llegar al tie-break, el Barça viaja a Nápoles con el lema fuerza de Simeone rondando sus cabezas. Del partido a partido, al peldaño a peldaño hasta el rellano, se podría decir. Exigir al Barça en las actuales circunstancias llegar a la fase de cruces directos con la vitola de candidato al título cosida a la camiseta no parece muy realista. Entrar de tapado está más acorde con sus posibilidades reales, y es sin duda más inteligente. En este nuevo match ball tendrá enfrente un equipo trastabillado en el Calcio y que acaba de despedir a su entrenador, Mazzarri. Mejor pensar solo en ese primer peldaño. Si se sube, luego ya se verá.
El Barça, habitualmente, siempre ha sufrido fuera de casa en sus viajes europeos. En el final de su reciente gloriosa etapa, los viajes a Roma, Turín o Liverpool acabaron en goleada. Semejaban la derrota en Rocroi de lo que un día fueron los temidos tercios españoles, el anuncio de una decadencia europea que se adivinaba próxima. Esta noche vuelve al campo de batalla sin apenas margen para el error, para la derrota. Nápoles no es una campa cualquiera. En ella gambeteó un tal Maradona, lo que pudo haber sido en Barcelona y no fue. Ahí tratara de subir el primer peldaño que lleva al pódium, ese del que se descolgó hace ya demasiado tiempo.