De la Liga al Erasmus
El Barça es como esos alumnos que sólo aprietan realmente cuando la media del parcial está en juego. Lo entiendo muy bien porque lo experimenté desde la EGB hasta el COU: tras un 7′5 en Biología, el segundo y definitivo examen de la evaluación se saludaba con un obligatorio 2′5. Mi padre decía que la primera nota me causaba un trauma por haber consumido demasiada energía cerebral, que me obligaba a compensar en el segundo. Yo creo que me lo decía con segundas.
La siesta del pasado miércoles por la noche en Vallecas sólo se entiende por la derrota del Madrid en Girona el día anterior. 14 puntos de ventaja (si el Barça era capaz de ganarle al Rayo) evidenciaban un desgaste inútil. Del mismo modo que la victoria ante el Betis se explica por la goleada previa sufrida por el Almería en el Bernabéu. Xavi esta semana ha debido de ejercer de padre menos comprensivo que el mío. Bajo la lluvia, el Barça acogotó al Betis como si estuviese en juego algo más que la Selectividad. Con un once de media (los puntos que les sacan al Madrid a apenas seis jornadas del final de Liga) los alumnos del Camp Nou van a superar tres años de suspensos seguidos con una nota de corte para aspirar a lo que quieran. De momento, ganar la Liga número 27 de su historia. El año que viene ya veremos qué tal les va de Erasmus europeo después de otra larga sequía desde 2015.