Crisis con Marruecos por Lamine Yamal

Pese a que van de la mano en la Candidatura Ibérica al Mundial, la rivalidad entre Marruecos y España por llevarse a los mejores jugadores con la doble nacionalidad está llegando a un punto muy incómodo. En el Reino Alauita ha sentado como una patada en el estómago que Lamine Yamal, nacido en España de padre marroquí, haya elegido jugar con nuestro país. Peor incluso que sentó en la Federación que Achraf Hakimi, madrileño de cuna, hiciera el viaje contrario.

Estas situaciones van a ir a más. Porque la proximidad geográfica entre Marruecos y España y, sobre todo, la movilidad de allá hacía acá en busca de un mejor proyecto de vida nos traerá más emigrantes, y con ellos a sus hijos que, como Hakimi o Yamal, nacerán ya en territorio español y crecerán aquí, haciéndose seguidores de los equipos españoles y formándose en sus canteras. Esta situación ha sido detectada por Marruecos antes que por España. Su seleccionador, Walid Regragui, sube con frecuencia a nuestro país para darle cariño a esos buenos futbolistas que tienen su vida aquí y sus raíces allí.

Con Lamine Yamal llegó tarde, pero con Achraf Hakimi se adelantó y también con Abde, El Jebari y Yusi, el lateral del juvenil del Real Madrid que se ha ido con Marruecos esta misma semana. Hay que espabilar, que ya se vio en Qatar que Marruecos se nos ha subido a las barbas.