Brahim no llena el ojo que sí llena Cubarsí
Más allá de las palabras de Brahim para justificar su apuesta por Marruecos y de las de Luis de la Fuente para explicar su pérdida hay un único hecho cierto: el madridista nunca ha entrado en los planes de la Selección. Brahim lleva cinco temporadas jugando a un alto nivel. Ha sido campeón de Italia con el Milán, dos veces de la Supercopa con el Real Madrid, con el que además tiene una Liga, y otras dos de la Copa de la Liga con el Manchester City. Lo suyo no es de ahora. Llevaba tiempo haciendo méritos para entrar en las listas de España, pero nunca entró. La razón es que en su posición hay excedente de buenos jugadores y que otros, como Merino, Fabián, Sancet, Baena, Lamine Yamal o Nico Williams, que son los que van a ir a la Eurocopa, llenan más el ojo del seleccionador. Es su elección.
Dicho lo anterior, me parece injusto decir que Luis de la Fuente es antimadridista por llamar a Cubarsí y no a Brahim. No es eso lo que pasa. Cubarsí llega porque no hay centrales. España lleva tiempo jugando con dos franceses nacionalizados, Laporte y Le Normand. En las últimas convocatorias de la Sub-21 sólo aparecían otros dos especialistas, Rafa Marín y Alejandro Francés. Tal era la escasez que Santi Denia tenía que usar a centrocapistas de centrales, igual que Luis Enrique usó a Rodrigo en Qatar. Pau Cubarsí, internacional en las primeras etapas, se va a saltar la Sub-21 porque ha irrumpido en el momento justo, cuando hay necesidad. Ha tenido esa suerte... y ese cuajo.
Pero más allá de los gustos del seleccionador, el caso Brahim deja otra conclusión. España pierde algunos buenos jugadores por desidia. Brahim se decantó por Marruecos porque le dio “más amor”, ha dicho él. Es verdad que no aparecía nunca en las listas, pero tampoco se le ha dado cariño. Y eso sí que lo ha hecho la Federación con Cubarsí, Pedri y Gavi, por citar los tres últimos ejemplos. La RFEF está más pendiente de los jugadores del Barcelona que del Real Madrid. Es un hecho comprobable. Y eso trae consecuencias. Hemos perdido a Brahim porque había otros en su puesto, pero también por no darle calor. Esa misma fue la razón por la que se marchó Achraf Hakimi. Y en el lateral derecho no hay excedente. España jugó el último torneo con un lateral de 38 años, Jesús Navas. Si perdemos jugadores que no sea por falta de proclividad, afecto y querencia. Y si lo hacemos y luego nos echa Marruecos de un Mundial con un penalti de Hakimi a lo Panenka, que cada palo aguante su vela.