Bendito Atlético, bendita Copa... y bendito Metropolitano

Histórico. Un Barcelona-Atlético, y viceversa, no un partido más. Siempre ha sido sinónimo de espectáculo, de goles, de buen juego... Y el choque copero no fue una excepción. Ambos conjuntos ofrecieron un encuentro memorable. El Atlético se puso al inicio de esta campaña como objetivo llegar a la final y aún no ha dicho la última palabra en este torneo, aunque el Barcelona se mostró superior durante algunas fases en el choque de ida. Los de Simeone recibieron cuatro goles y así parece complicado superar una eliminatoria. Pero el Atlético creó mucho peligro también en ataque y eso es algo importante para la vuelta. Que nadie dé por muerto al conjunto madrileño. Que nadie dé por enterrado al Atlético. Los del Cholo nunca dejan de creer... tampoco ante el Barcelona. Este equipo es indestructible. Sorloth volvió a marcar en el descuento y deja vivo al Atlético para la vuelta. Me alegro por el noruego, como también por Correa, quien revolucionó al equipo rojiblanco con sus acciones desde la banda derecha. Se habían marchado jugadores importantes como Griezmann o De Paul, pero tanto Correa como Sorloth son jugadores de primer nivel, aunque ahora les esté tocando jugar menos. Bendito Atleti y bendita Copa.

Diferente. El Atlético es el único equipo del mundo capaz de hacer dos goles a su rival en cinco minutos, ponerse por delante 0-2 e irse al descanso perdiendo 3-2. Ya se sabe que el Atlético, históricamente, ha sido así. Y lo demostró en el primer tiempo ante el conjunto azulgrana. Y es el único conjunto capaz de igualar el partido tras ir perdiendo 4-2 ante un equipo como el Barcelona. Y habrá que aferrarse a ello de cara al choque de vuelta. A esa fe, a esa ganas de seguir vivos...

Balón parado. El Atlético encajó dos goles en saques de esquina, algo impropio de un equipo tan fiable en defensa como es el rojiblanco. En partidos tan igualados el balón parado puede ser decisivo y el Atlético se durmió esta vez. Es complicado hacerle un gol al conjunto del Cholo y es de esperar que estos errores y regalos no se repitan en futuros encuentros.

El banquillo. Griezmann le hizo el primer gol al Barcelona jugando como visitante en campo del equipo azulgrana. Un golazo. El francés, además de una calidad técnica envidiable, también tiene gol. Y para el Atlético es vital que esté acertado de cara a la portería rival. Griezmann será vital en lo que resta de temporada. Si él está bien, el Atlético optará a todo. Aunque si algo demostró el partido ante el Barcelona es que el Atlético tiene banquillo. Este año, sí.

Hernández Hernández. El colegiado se envalentonó en la acción de la tarjeta amarilla a Javi Galán. A todas luces excesiva. Antes le había perdonado la amarilla en dos ocasiones a Koundé. La tarjeta a Javi Galán le condicionó durante todo el partido al lateral izquierdo rojiblanco y en esta oportunidad no midió a los dos equipos por el mismo rasero. Tampoco hubo tarjeta a Lamine Yamal en el piscinazo en la segunda mitad. No podrá tener queja el Barcelona con la labor de Hernández Hernández, quien se hizo el sueco en el tercer tanto del equipo azulgrana.

Metropolitano. Decidirá el estadio rojiblanco, algo que se podía imaginar cuando salió el sorteo. El Atlético es otro jugando delante de su gente, donde se siente capaz de todo. Habrá un llenazo, como no podía ser de otra manera, y el recinto rojiblanco está preparado para vivir una noche histórica. Durante algunos minutos la afición azulgrana se las prometía muy felices, aunque al final fueron los hinchas del Atlético los que se marcharon del estadio con una sonrisa de oreja a oreja. Decide el Metropolitano. Y eso es mucho decir.