Baraja, Xavi y las excusas

Baraja y Xavi tienen dos puntos en común. Uno es que ambos son leyendas del Valencia y del Barcelona; otro es que si ocuparon sus banquillos fue por serlo. A partir de ahí, cada uno tiene su librillo. Baraja es de la escuela de Benítez y éste lo era de la de Sacchi. La herencia a Xavi le viene de Guardiola y a él de Cruyff. Pero a Baraja y Xavi aún les diferencia más la búsqueda y el uso de excusas: uno las tacha cual calendario de adviento (la prensa, el césped, las lesiones, equipo en construcción...), otro las repudia (y mira que lo del mundo Lim no son excusas sino la triste realidad).

Baraja, sirva de ejemplo, se percató la temporada pasada de lo ‘fácil’ que era para sus jugadores (sobre todo a los resabiados) perder en Mestalla. Lo era porque cuando las cosas no les salían bien, el público (con razón) gritaba hacia Singapur. Pero entiende Baraja que los suyos tienen que sentir ese azote de Mestalla, ese peso de la camiseta, como cuando él vestía de corto. De ahí que Baraja nunca use el comodín Lim. A fin de cuenta, tanto él como sus antecesores sabían lo que había desde Gracia. Así que Baraja se centra en sacar rendimiento a sus chavales, de quien es su líder, su guía, de ahí lo de La Quinta del Pipo.

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