Baraja se come el turrón con 23 puntazos

Sergi Canós encontró lo que tanto andaba buscando: el gol. Su primero con la camiseta del Valencia, con el que el de Nules rompía una racha sin ver puerta que arrastraba desde marzo. Con su gol y el del pasado sábado de Hugo Guillamón, Baraja suma efectivos para la causa ofensiva. Canós, así, se comerá el turrón de buen grado y Baraja, también, porque no eran pocos los que dudaban allá por verano que fuera a hacerlo. Lo hace y reforzado.

Su Valencia celebrará la Navidad con 23 puntos en su casillero. A esa cifra no llegó el curso pasado hasta la jornada 23º. Para entonces ya se había metido en puestos de descenso. Ahora ha necesitado cinco menos, que tampoco es una cifra para tirar cohetes a tenor de la historia del Valencia, pero de esa ya hemos dicho en alguna ocasión que queda su escudo y su afición. Así que Baraja tiene motivos para estar contento con sus 23 puntos, que le alejan a 10 de los puestos de descenso.

Pero el Valencia hizo más cosas en Vallecas que el gol de Canós. De primeras rompió una racha de seis jornadas sin lograr la victoria, una trayectoria que estaba empezando a llamar a los fantasmas de antaño. La consiguió dejando su portería a cero por primera vez en la temporada fuera de casa, demostrándose así mismo que ha empezado a superar los traumas de los goles encajados en los últimos minutos. Y otro detalle no sin poca importancia: Diakhaby supo ver la quinta amarilla sin pasarse de frenada. Él se va a la Copa África y así a su regreso estará limpio.

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