Aquel Castilla que jugó en Europa...
En 1980 fue capaz de llegar a la final de Copa ante sus ‘padres’, el Real Madrid de Boskov y tuvo el premio de jugar la extinta Recopa...
Tener años te permite acumular vivencias inolvidables en tu disco duro vital. Por eso, suelo presumir con mi hijo de haber visto al Castilla jugar en competición europea. Él, lógicamente, se queda ojiplático y le cuesta creerlo: “¡Cómo va a jugar un filial en Europa!”. Sólo el Castilla podía hacerlo. Aquel equipo que en 1980 fue capaz de llegar a la final de Copa ante sus ‘padres’, el Madrid de Boskov, tuvo el premio de jugar la extinta Recopa. Les tocó el West Ham inglés. Éramos más de 70.000 aficionados en la ida del Bernabéu. Entre ellos, 200 hooligans que avergonzaron a todos tirando botellas y hasta orinando sobre la afición blanca. Unos auténticos cafres.
La vuelta se jugó en feudo británico y a puerta cerrada, como lógico castigo por las barbaridades protagonizadas por los hinchas del West Ham. A pesar del silencio escénico, al Castilla le costó hacer valer el meritorio 3-1 de la ida (goles de Paco, Balín y Cidón). Un día me lo explicó Pepe Salguero, central estrella de aquel Castilla que pronto subió al primer equipo: “Tomás, el silencio de la grada nos dejó fríos. Al final, nos hubiera venido mejor un ambiente fuerte para salir con más tensión”.
Los londinenses ganaron 3-1 en el tiempo reglamentario. Y en el extra time los londinenses dejaron fuera de Europa a los chavales con dos goles más. Pero nadie podrá quitar a los Miguel, Juanito, Chendo, Salguero, Espinosa, Casimiro, Sánchez Lorenzo, Álvarez, Bernal, Paco, Cidón, Blanco o Balín el orgullo de ser ‘europeos’ con un filial. Otro logro más de la Fábrica del mejor club de Europa.