Alberola, lo tienes en tu mano

Conozco a Javier Alberola Rojas desde que hace tres años coincidimos en una entrega de premios en el Auditorio Pedro Almodóvar de Puertollano, organizada por los compañeros de Onda Cero. Alberola recibía un reconocimiento por su emergente crecimiento en el gremio arbitral y un servidor por hacer lo que puede dentro de esta profesión tan excitante llamada Periodismo. Vi en él a un chaval joven con ganas de modernizar su profesión, lastrada por los vicios de otras épocas (halcones y palomas...). Y más ahora tras caer sobre ellos esa mancha sonrojante que ha esparcido como el chapapote el caso Negreira. Vi en Alberola aire fresco para una nueva era.

Además, hace unos meses se recuperó de una grave enfermedad que le tuvo durante largo tiempo en una situación precaria. Pero su tenacidad le hizo salir de una situación tan poco alentadora y volvió a los ruedos con ganas de seguir siendo ese árbitro manchego sin complejos y con afán por dignificar su colectivo.

Pero entre el curso pasado y este ha compaginado buenos partidos con actuaciones discutibles. En el Camp Nou dejó de pitar un penalti clamoroso de Kessié a Fran Pérez que hubiera restado dos puntos al Barça y habría mantenido viva la lucha por el título. Y en el derbi de esta Liga, casualmente el único partido oficial que ha perdido esta temporada el Madrid de Ancelotti, se equivocó en las tres jugadas clave de la primera parte, cayendo la moneda en las tres del lado rojiblanco. Estoy seguro de que, a diferencia de alguno de sus compañeros, no es el típico árbitro que por miedo a que le tachen de madridista machaca a los blancos para evitarse problemas con la cúpula de Medina Cantalejo. Pero Alberola debe entender que lo suyo es ser ecuánime. Que se olvide de los prejuicios imperantes en su gremio y pite sin quitar ni dar nada a nadie...

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