Al loro, que no estamos tan bien
Antes de ir a Old Trafford, en Canaletas se hacían cábalas sobre el triplete. Ni media semana después dudamos siquiera de llevarnos alguno de los tres títulos en juego (minicopas aparte) justo en las vísperas de visitar el Bernabéu. El fútbol no solo es un estado de ánimo, también es un ejercicio de tiralineas, y en este caso el punto de fuga azulgrana se pierde entre la bruma. Añádanle a eso el parte de bajas para componer una estampa que no nos es extraña.
Cierren pues los ojos por unos momentos y piensen cómo andábamos el año pasado, antes de las palancas y los puntos de apoyo. Bueno era si nos clasificábamos entre los cuatro primeros para jugar la Champions… y caer como en los últimos años en la fase de grupos o en cualquier cruce de eso que antes llamábamos UEFA. Ahora el Barça lleva siete puntos de ventaja sobre el Madrid en Liga y se juega el pase a la final de Copa en ese escenario que desde el 0-5 de Cruyff del 74 ha contemplado las mejores goleadas de su historia, aún en los momentos más insospechados, como aquel 0-3 tras la depresiva marcha de Maradona. Y sin embargo parece que mientras el Madrid saliva y se relame esperando el inicio del partido, el Barça solo se relame las heridas. Casi dan ganas de parafrasear a Laporta; ‘al loro, que no estamos tan bien’, y a lo mejor ganamos y todo.