A Rodrygo no le pesa la presión
El destino ha querido poner a Rodrygo en el centro del ruedo de la canarinha. Y no en un partido cualquiera. Cartel de lujo en el coso mítico de Maracaná contra la cuadrilla mundialista liderada por Messi, Julián Álvarez y el Dibu Martínez. En Qatar, Rodrygo estaba tranquilo mientras crecía su jerarquía dentro del grupo, asumiendo que Neymar, Richarlison o su amigo Vinicius estaban por delante. Pero las dolorosas lesiones de Ney y de Vini le han puesto en la pole de la Seleçao, con la responsabilidad de asumir los roles que exhiben los grandes ausentes.
Confío plenamente en Rodrygo. Pese a sus 22 años tiene una madurez personal que traslada al terreno de juego. Tras pasar por un momento falto de luz ante el gol, coincidiendo precisamente con la baja médica de Vinicius por la lesión muscular sufrida en Vigo, Rodry ha rescatado los conejos de las chistera y ante el Braga y el Valencia evidenció estar de nuevo en el planeta ‘top’. Esta noche, en el gran Clásico de América (Brasil-Argentina) y con el majestuoso Maracaná como testigo, Rodrygol espera reeditar su mejor versión futbolística.
Un duelo ante Messi en el que saliera airoso el paulista dispararía el valor de sus acciones en la Bolsa de Brasil, donde tanto Fernando Diniz, actual seleccionador, o Carlo Ancelotti, si algún día acaba allí el italiano, tienen plena confianza en ese fútbol moderno que destila en los tres perfiles del ataque. Rodrygo se mueve entre líneas como una anguila y tiene una habilidad especial para definir con calidad en los días realmente importantes (no olviden que lleva más goles en la Champions que en la Liga). Está listo.
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