‘0 Rei’ Mbappé

Un triunfo impactante. En el fútbol, como en la vida, hay días y días. Lo de este miércoles en Bilbao no era una salida más. Con todos mis respetos, esto no era Vallecas ni Elche ni Girona. En pleno proceso de dudas, futbolísticas y clasificatorias, jugársela en San Mamés ante el histórico Athletic era una prueba de fuego para el proyecto de Xabi y para una plantilla que llevaba una deriva alejada de lo que gusta entre la exigente afición del Bernabéu. Pues tengo que decir que sí vimos al Madrid de la Tierra Prometida, el que juega con orgullo, sin quemarle el balón, con capacidad para someter e intimidar. Un equipo que fue a por el Athletic desde el pitido inicial, sin especular, sin titubear. Se sintieron los dueños de la fiesta en un escenario que es impactante. Quizás necesitaban algo así ante un enemigo de campanillas. Y en esas circunstancias irrumpen los grandes, los jugadores diferenciales, los que se ponen la capa de héroes como si fuesen los jefes de la factoría Marvel. Courtois nos regaló dos paradas estirando sus gacheto brazos de forma admirable; Militao y Rüdiger (¡nuestro loco ha vuelto!) pusieron el precinto con eficacia y autoridad; Trent y Álvaro Carreras fueron de menos a más en sus bandas, con buena segunda parte de Asencio tras lesionarse el inglés; Tchouameni fue el sheriff de la sala de máquinas y Camavinga su mejor ayudante; Fede Valverde salió de su atonía y corrió arriba y abajo en la pradera de San Mamés hasta merecer un golazo desde Montevideo; Jude trabajó para el equipo con solidaridad infinita y Vini no se alteró ante los cánticos de “Balón de Playa” demostrando que mereció ganar el de Oro en 2024. Y Kylian Mbappé...

Exhibición planetaria. Cuando estudiaba la asignatura de Religión de niño me quedaba claro que había un tiempo AC (Antes de Cristo) y otro DC (Después de Cristo). Cuando se fue en 2018 del Madrid, eso se lo aplicaba yo a nuestro Cristiano. En mi mente me parecía imposible que nadie pudiese volver a acercarse al nivel estratosférico del portugués. Claro que sigue siendo THE GOAT y que sus 450 goles y cuatro Champions en cinco años ante el Barça de Messi suenan inalcanzables. Pero ojo que Kylian está desatado. Su gol nada más empezar el partido era muy de Ronaldo Nazario. Y con el que firmó su doblete y el 0-3 fue un latigazo como los acostumbraba el crack de Funchal. Kiki lleva 55 goles de blanco en 2025 y con cinco más batirá el récord de CR7. Y quedan cuatro partidos antes del parón navideño. Lo hará.

3 de diciembre. Una fecha muy especial para el madridismo militante. Con un lazo negro en memoria de nuestro Fernando Martín, el gladiador imperial de la sección de baloncesto que falleció en un día como hoy de 1989 en un terrible accidente de tráfico en la M-30. Pero hay otros 3-D que nos traen maravillosos recuerdos. En ese día de 1983 el Bernabéu estaba abarrotado con más de 80.000 aficionados (entre ellos mi añorado padre y un servidor) para ver un Madrid-Athletic... de filiales. Fue un Castilla-Bilbao Athletic en la cumbre, jugándose el liderato de Segunda División. Ganaron los míos, con gol de Butragueño (of course), ante unos cachorros bilbaínos liderados por los hermanos Salinas. El 3-D de 1988 también fue especial. Derbi liguero con el Atleti en el Bernabéu. Bronca sonada y circense entre Buyo y Futre, con expulsión de Orejuela. 1-1 y éxtasis en el último minuto con el golazo de Martín Vázquez desde la frontal del área. La Quinta del Buitre estaba en su prime. ¡Qué buenos tiempos! Y, por último, en el 3-D de 2022 el Madrid de Del Bosque levantó la tercera Copa Intercontinental. Fue en Yokohama ante el Olimpia de Asunción. Triunfo con golazos de Ronaldo y Guti. Un Madrid triunfal. Como el de San Mamés.

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